Francisco Osorio Toledo (Álbum familiar) |
Francisco Osorio Toledo, nacido en Torrenueva en 1903, provincia de Ciudad Real, hijo de Carmelo y Francisca. Fue el tercero de diez hermanos y vivió en el seno de una familia de panaderos y albañiles.
Pronto en su juventud comenzó a destacarse en defensa de las clases más desfavorecidas dado que al vivir en un pueblo pequeño vivía el día a día de las mismas y era testigo de grandes injusticias.
Como panadero veía inaceptable que "los jornaleros trabajaran de sol a sol y el jornal ni siquiera les diera para comprar un pan de 1 Kg para darle de comer a su familia, normalmente numerosa".
Ante esta situación que ellos vivían como panaderos decidieron él y algunos de sus hermanos comprometerse políticamente y denunciar todas estas injusticias desde muy temprano a pesar de que ellos nunca fueron explotados por nadie.
Ostentó el cargo de Presidente de las Juventudes Socialistas y estuvo afiliado a la UGT. Fue un gran idealista y destacado orador. En sus largos mítines en el pueblo permanecieron en el recuerdo algunas de sus frases como la de que "al igual que las clases dirigentes y las élites también los trabajadores tenían el mismo derecho a vivir dignamente y a poder ir a los bares al terminar sus jornadas de trabajo".
Fue detenido en varias ocasiones, concretamente el el 6 de junio de 1934 por su participación en una huelga (sufriendo 15 días de prisión), el 6 de agosto de 1934 por fijar pasquines clandestinos (noticia que fue publicada en el diario ABC), y el 10 de octubre de 1935 con motivo del movimiento revolucionario en Ciudad Real y encarcelado por espacio de cuatro meses en la prisión provincial de Ciudad Real.
Al estallar la guerra permaneció en su pueblo como Jefe de las Milicias hasta 1938 fecha en la que partiría al frente. Se presentó voluntario en la 17ª Brigada Mixta en la defensa de Madrid ocupando el cargo de teniente de infantería.
Finalizada la contienda, ante la propaganda franquista en la cual se aseguraba que "nada habían de temer aquellos que no hubieran cometido ningún crimen", decide quedarse en Madrid en la Calle Alameda nº 6. Sin embargo, muy poco tiempo después, el 14 de abril de 1939, es detenido por un grupo de falangistas en dicho domicilio. Ingresó en la cárcel de Torrijos, fue juzgado en juicio sumarísimo de urgencia y sentenciado a muerte. Un día antes de su ejecución fue trasladado a la cárcel de Porlier donde escribió una carta dirigida a su madre que lamentablemente no se conserva. No obstante, su confesión en dicha misiva quedó grabada en el recuerdo familiar en generaciones posteriores: "Madre, puede usted estar tranquila que me voy de este mundo sin tener las manos manchadas de sangre, aún así asumo que mi responsabilidad es toda una".
A pesar de las gravísimas acusaciones que presenta su expediente es importante mencionar que casi un siglo después de estos hechos se pudo acceder a las declaraciones de los familiares de las víctimas por parte de la retaguardia republicana en el pueblo y recogidas en la Causa General. En ninguna de las declaraciones de dichos familiares de víctimas fusiladas por las milicias republicanas en el verano de 1936 se le atribuyó crimen alguno.
Su fusilamiento tuvo lugar a las 5 de la madrugada el 7 de junio de 1940 junto a 26 personas más en las inmediaciones de las tapias del cementerio del Este. Fue enterrado en sepultura de caridad en una fosa común de dicho cementerio.
Durante los años posteriores, y al igual que en muchos otros casos similares, se emprendieron brutales represalias encaminadas a exterminar o silenciar a gran parte de la familia. Otro hermano de Francisco, León Osorio Toledo fue fusilado en Valdepeñas (Ciudad Real) en julio de 1940.
Igualmente se condenó a 30 años de prisión a dos hermanos más (Antonio Osorio Toledo y Carmelo Osorio Toledo) que fueron indultados en años posteriores, si bien sufrieron duras humillaciones y vejaciones en su pueblo en las siguientes décadas al formar parte de una familia brutalmente estigmatizada por sus ideales políticos.
Justo cuando se cumplen 85 años del final de la Guerra Civil sirva esta breve y humilde biografía para rescatar del olvido a estas y tantas personas que tanto sacrificaron por la lucha contra las injusticias y sus nombres puedan ser reincorporados de nuevo a la historia, de la que nunca tuvieron que haber sido arrancados.
Miguel Osorio (sobrino-nieto)