Tenía 32 años cuando fue fusilado en las tapias del Cementerio de La Almudena (Madrid) el 18 de Octubre de 1939.
"Los abajo firmantes, sus sobrinos, queremos dedicar este breve homenaje a un familiar del que tenemos referencias fotográficas y escritos pero que ninguno de nosotros llegamos a conocerle.
"Los abajo firmantes, sus sobrinos, queremos dedicar este breve homenaje a un familiar del que tenemos referencias fotográficas y escritos pero que ninguno de nosotros llegamos a conocerle.
Hijo de Enrique e Isabel y hermano mayor de Isabel (fallecida muy niña), Teresa, Carmen, Pedro y Luis. Todos ellos fallecidos. Nació el 13 de Julio de 1908 en la calle de Hortaleza nº 33, 4º piso de Madrid y fue bautizado en la parroquia de San Ildefonso.
Por razones de edad y de sexo, de todos los hermanos sólo participaron en nuestra guerra civil el propio Enrique y Pedro.
Trabajó como representante de la casa Gilabert de chocolates, quien en 1934 le concedió un coche (un “velilla”) para realizar su actividad.
Durante la guerra tuvo que dejar este trabajo que retomó al finalizar la misma. Pero un día fue denunciado por un “conocido” y detenido.
Su compañera y su familia estuvieron intentando lograr los testimonios, a su favor, de personas a los que, aparentemente, había ayudado durante la guerra, sin ningún resultado.
Durante la guerra tuvo que dejar este trabajo que retomó al finalizar la misma. Pero un día fue denunciado por un “conocido” y detenido.
Su compañera y su familia estuvieron intentando lograr los testimonios, a su favor, de personas a los que, aparentemente, había ayudado durante la guerra, sin ningún resultado.
A la conclusión de la misma fueron encarcelados ambos conjuntamente con su padre (Enrique Gómez Antrás). Conservamos el documento oficial de la sentencia de Pedro que por “Auxilio a la rebelión” se le declara culpable y se le condena a muerte. Pedro, que falleció hace poco tiempo, nos confesó en muchas ocasiones que: “nunca disparé ni un tiro, estuve trabajando en transmisiones en Barcelona”. Quien le conoció no tenía duda de esta aseveración.
Similar fue el caso del padre de ambos que no participó militarmente en la contienda.
Los tres estuvieron en diferentes cárceles y penales y la madre de nuestro protagonista iba, como podía, a visitarles y a llevarles lo poco que podía encontrar para intentar hacer más llevadera su reclusión. Isabel, a la que conocimos todos nosotros, había sufrido mucho y había luchado, llorado y rezado….
Un día, como nos comentaba Pedro, leyeron el nombre de Enrique y se lo llevaron de la cárcel de Porlier para ser fusilado en las tapias del cementerio de La Almudena. Nunca más volvieron a saber nada de él. Pedro y su padre Enrique fueron “perdonados” después de varios años de cautiverio. El padre falleció unos años más tarde después de larga enfermedad que le mantuvo en silla de ruedas todo el tiempo.
De Enrique conservamos varias fotos y muchos escritos poéticos uno de ellos le adjuntamos a este documento. A través de esos escritos sabemos que convivió (quizás se casaron) durante la guerra con Ángeles García de la Fuente que vivía en la calle Luciente nº 13, 3º izda. El padre de ella se llamaba Manuel García y tenía hermanos entre los cuales menciona a Anastasia, Adolfo y Justo. Parece que esperaban un descendiente que no llegó a nacer.
De entre sus escritos hemos extraído algunas breves frases que queremos compartir:
“Parece que viene Dios… parece que estoy en el cielo”
“Si viene al mundo nuestro hijo háblale de mi, pero no le llenes el pensamiento con venganzas ruines”
“Mi fe en Dios es tan grande…”
“Perdón para todos es mi voluntad…”
Estos versos están firmados el día antes de su fusilamiento
Similar fue el caso del padre de ambos que no participó militarmente en la contienda.
Los tres estuvieron en diferentes cárceles y penales y la madre de nuestro protagonista iba, como podía, a visitarles y a llevarles lo poco que podía encontrar para intentar hacer más llevadera su reclusión. Isabel, a la que conocimos todos nosotros, había sufrido mucho y había luchado, llorado y rezado….
Un día, como nos comentaba Pedro, leyeron el nombre de Enrique y se lo llevaron de la cárcel de Porlier para ser fusilado en las tapias del cementerio de La Almudena. Nunca más volvieron a saber nada de él. Pedro y su padre Enrique fueron “perdonados” después de varios años de cautiverio. El padre falleció unos años más tarde después de larga enfermedad que le mantuvo en silla de ruedas todo el tiempo.
De Enrique conservamos varias fotos y muchos escritos poéticos uno de ellos le adjuntamos a este documento. A través de esos escritos sabemos que convivió (quizás se casaron) durante la guerra con Ángeles García de la Fuente que vivía en la calle Luciente nº 13, 3º izda. El padre de ella se llamaba Manuel García y tenía hermanos entre los cuales menciona a Anastasia, Adolfo y Justo. Parece que esperaban un descendiente que no llegó a nacer.
De entre sus escritos hemos extraído algunas breves frases que queremos compartir:
“Parece que viene Dios… parece que estoy en el cielo”
“Si viene al mundo nuestro hijo háblale de mi, pero no le llenes el pensamiento con venganzas ruines”
“Mi fe en Dios es tan grande…”
“Perdón para todos es mi voluntad…”
Estos versos están firmados el día antes de su fusilamiento
Esta información intenta recordar a personas que estuvieron “al lado contrario de los vencedores” y bajo ningún punto de vista intenta polemizar sobre otro tipo de aspectos que no conducirían a ninguna parte.
Valga todo ello para evitar cualquier tipo de confrontación entre los seres humanos. Que el diálogo, el respeto, el entendimiento, el amor y la paz sean las “armas” que muevan a todas las personas.
“Perdón para todos es mi voluntad….”
Firmado:
Julia, María Teresa, María Francisca, Enrique y Pedro
Valga todo ello para evitar cualquier tipo de confrontación entre los seres humanos. Que el diálogo, el respeto, el entendimiento, el amor y la paz sean las “armas” que muevan a todas las personas.
“Perdón para todos es mi voluntad….”
Firmado:
Julia, María Teresa, María Francisca, Enrique y Pedro
Buenos días, agradezco su contribución a la memoria colectiva de España con la historia de su tío Enrique. Me interesa este poema, porque estoy terminando una tesis sobre la poesía en las cárceles franquistas. No sé si leerán mi mensaje, pero si fuera el caso, por favor, contacten conmigo (tengo una página facebook con mi nombre y una dirección profesional que encontrarán en internet. Gracias de antemano. Saludos cordiales. Aurore Ducellier
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