El abuelo Ángel tenía 41 años en 1936. Natural de
Pozuelo de Alarcón se trasladó a vivir al pueblo cercano de Majadahonda. Se
casó con Clotilde y tuvieron seis hijos, el mayor 15 años, el pequeño 2 y entre
medias Mari Luz, mi madre, de 12 años y Carmen de 10, todos por aquellas
fechas.
Gracias a los testimonios de mi madre y tía, y la
memoria prodigiosa de Fidencio (vecino del pueblo, de la misma edad, y
tristemente fallecido, pudimos reconstruir retazos de la vida del abuelo.
Ángel, afiliado al PSOE y UGT, y más conocido como
“Cabezota” al principio y como casi la totalidad de los hombres de Majadahonda,
era jornalero…. y eso implicaba someterse en la plaza del pueblo a los caprichos
de los caciques en la contratación de las tareas: tú sí, tú no…eres rojo,
comunista y un largo etc., o … toma esta papeleta de voto junto a unas monedas
para que votes a los nuestros.
Poco tardó Ángel en convertirse en albañil y trabajar
por su cuenta. En la obra y a la hora de la comida le gustaba leer “El
Socialista” periódico que no escondía cuando venía el propietario a ver el
desarrollo de las obras.
Dice mi madre que vivían bien, sin lujos, que su padre
era muy trabajador y que solo le conocieron una debilidad: los toros. Y así
llegada la feria de San Isidro se ponía un traje, pedía un taxi y, con un puro
en las manos, marchaba a ver una corrida a las Ventas. El decía que, con ese
gesto, demostraba que se podía llevar una vida digna al margen de los jornales
de miseria que pagaban los caciques.
Junto a sus camaradas y bajo la legalidad republicana
formó parte del Comité del Pueblo de Majadahonda cuando el golpe militar
fascista del 18 de julio impidiendo la toma del pueblo por los sublevados.
Debido a su edad prestó servicio en el frente de
Madrid como enlace y con su bicicleta llevaba órdenes de la retaguardia a la línea
de combate, sufriendo algún que otro apuro.
En fechas próximas a la navidad de 1936, Majadahonda
fue bombardeada por la Legión Cóndor a la hora de la comida: abandonaron como
pudieron el pueblo, dejando a medio comer el cocido en la mesa. Mi madre
recuerda que pudieron salir de milagro. El pequeño, Ángel, de dos años fue
sacado a la carrera por un combatiente ruso. No regresaron, al menos mi madre y
mi tía Carmen a Majadahonda hasta 2008.
Acabada la guerra, apurado por su familia y confiado
en la propaganda franquista no se escondió ni exilió.
Fue detenido el 5 de mayo de 1939. Preso en Yeserías,
Torrijos y por último en Porlier, fue juzgado en Consejo de Guerra Sumarísimo,
condenado a muerte y fusilado el 5 de septiembre de 1939.
La represión franquista se cebó, como en tantos
lugares, con Majadahonda. Según hemos podido ir reconstruyendo desde el
colectivo Memoria y Libertad, al menos 12 vecinos fueron fusilados, 11
condenados a muerte y conmutados por 30 años, 3 condenados a penas menores, 1
preso en Valdenoceda (muerto por hambre) y 4 en ignorado paradero.
Muchas veces me he preguntado, como tantos familiares,
qué hubiera hablado con mi abuelo si le hubiese conocido…. qué me contaría….
Jesús Manjón Montero (nieto)
“A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero”
Sumario 1121
Buenas noches.
ResponderEliminarEstoy buscando a los hermanos de mi abuelo, procedente de "Águilas", Murcia, que estaban en Barcelona sobre 1939 y que marcharon después de su muerte .
Mi abuelo de llamaba Manuel Montero Álvarez y murió muy joven, sobre los 32/34 años de una neumonía.
Gracias.