Pablo González Fernández fue Alcalde de Boadilla del Monte. La última vez que se le vio con vida fue en la cárcel de Porlier. Tenía 29 años.
Me contaba mi padre que, al parecer, querían fusilar a las monjas del convento de clausura que hay en Boadilla y mi tío se opuso. Las puso custodia y por la noche las sacó del pueblo con ropas de mis tías y abuela y así evitó su asesinato.Cuando se intentaron buscar avales para evitar el fusilamiento de mi tío, recurrieron a las monjas que ya habían regresado al convento una vez finalizada la guerra y estas se negaron a darle los avales necesarios para evitar su fusilamiento.Pablo González Fernández no consta, como tantos otros, en el listado Nuñez / Rojas. Pero fue fusilado el 26 de mayo de 1939 junto a las tapias del Cementerio del Este, tal y como ha podido constatar el historiador Santiago Vega Sombría con documentos del Registro Civil en la investigación en curso.
Una tia contaba que ella vio el cadáver de su hermano y que tenía la cabeza entre las piernas.(Testimonio y fotografía aportados por Ángel Luis González, sobrino de Pablo González Fernández)
Mi abuela llevaba flores a una tumba del cementerio de la Almudena, donde le dijeron que estaba su hijo y un día abrieron la tumba y, al parecer, el cuerpo de esa tumba era de una mujer. Nunca supieron donde se encuentra.
Efectivamente, Pablo estuvo enterrado en la Necrópolis del Este, en sepultura temporal y el 24 de noviembre de 1950, pasó al osario general.
ResponderEliminarAsí lo hemos comprobado en el estudio que la Asociación Cementerios estamos realizando sobre el destino final de la represaliados.
¡Las familias deben de conocer que pasó con sus restos!