domingo, 25 de marzo de 2018

CANDELAS GREGORIO MILLÁN (24-06-39)

Candelas Gregorio Millán nació en Majadahonda en 1889. Campesino de profesión, acabó siendo uno de los miembros más destacados de la UGT y el PSOE de la localidad madrileña, ostentando los cargos de Presidente y Secretario General respectivamente. 
En Marzo de 1936 fue nombrado alcalde del pueblo, donde ya con anterioridad, en el periodo republicano, había ejercido diferentes cargos, entre ellos concejal y responsable de arbitrios.



Organiza junto al resto del Comité de Defensa la evacuación del pueblo el 17 de diciembre de 1936, permaneciendo nominalmente como alcalde hasta julio de 1937 y como delegado de Abastos del gobierno de la República hasta el final de la guerra, desempeñando esta labor en la Finca del Infantado del pueblo de Fuencarral.

En 1939, una vez finalizada la contienda, a primeros de mayo es detenido merced a una denuncia de los empresarios, terratenientes y caciques de Majadahonda, fechada el dos de mayo de 1939 con el numero 780, resultando paradójico que los denunciantes fueran en su día protegidos durante la guerra, amparándose en carnets de la CNT local, por los mismos jornaleros que labraban sus tierras.
           
Una vez entran las tropas sublevadas en Madrid, retoman sus carnets de Falange y no tienen problema alguno en desdecirse de lo manifestado ante los Tribunales Populares de la República para convertir lo que, según ellos, eran donaciones altruistas para la causa, en expolios, robos y saqueos.


Contra Candelas Gregrorio Millán se abre por el procedimiento de urgencia Consejo de Guerra sumarísimo el día 3 de mayo, decretándose la celebración del mismo para el dia 9 de Mayo de 1939.

Llegada esta fecha se devuelve el expediente por no haberse presentado el reo en el mismo, pues no estaba en la cárcel que tenia designada. Se recibe oficio en el tribunal el 17 de mayo, situándolo en la cárcel de Yeserías y se señala juicio para el dia 20 de mayo.

La petición del fiscal acusador era de pena de muerte por “adhesión a la rebelión, con el agravante de perversidad y trascendencia de los hechos.

La de la defensa era de 30 años de reclusión mayor por el mismo delito que el fiscal, pero sin agravantes, siendo presidente de este consejo de guerra el coronel Aranzadi.
En su declaración ante el Consejo de Guerra, Candelas niega su participación en hechos delictivos, actuando siempre en defensa de la legalidad establecida. Reconoce su pertenencia a diferentes comités y ocupación de diferentes cargos de la República. 

En esta declaración se produce un hecho significativo de la defensa de sus ideales, ya que al darse cuenta de que en la denuncia solo figuraba su afiliación a la UGT, el reivindica también su pertenencia al Partido Socialista, a pesar de que esta declaración podía, en aquellas circunstancias, dificultar su defensa.

El mismo día 20 de mayo le es comunicada la sentencia de pena de muerte.

El día 11 de junio se recibe el preceptivo enterado y conforme de la sentencia por parte de la oficina del jefe del estado, Francisco Franco.



El día 24 de junio de 1939, a las 5 de la madrugada, Candelas Gregorio Millán es fusilado junto a las tapias del Cementerio del Este de Madrid.

viernes, 16 de marzo de 2018

JOSÉ PONCE BERNAL (05-09-40)

José Ponce Bernal (Album familiar)

José Ponce Bernal nació en Huelva el 20 de agosto de 1898. Periodista. Comenzó su actividad profesional en el diario de la noche La Provincia (Huelva), primero como cronista deportivo (1917-1920) y posteriormente como cronista social (1921-1922) firmando sus colaboraciones con el seudónimo “Blanqui-Azul”. 

En esta primera época se implicó en el movimiento asociativo onubense, desempañando los cargos de secretario y vicepresidente del Huelva Fútbol Club (1919), secretario de Sindicato de Escritores (1920) y secretario de la Federación Local Obrera de la UGT en 1922. Colaboró en periódicos como Madrid Sport y La Rábida (Revista Colombina Iberoamericana). En 1926 formó parte de la redacción de El Defensor y el 1 de enero de 1927 se incorporó a la redacción del Diario de Huelva, siendo nombrado redactor jefe en agosto de ese año, cargo que desempeñó hasta octubre de 1933. Fue miembro de la Asociación de la Prensa de Huelva, siendo vicepresidente desde 1928 a 1930 y vocal desde 1931 a 1933. 

En 1928 ingresó en la masonería con el nombre simbólico de “Bakunin”, formando parte de la logia “Cañavate”. Perteneció al Partido Republicano Democrático Federal de Huelva, de que fue presidente desde junio de 1931 y desde junio de 1933 fue vicepresidente regional del mismo. Fue candidato por éste en las elecciones generales de noviembre de 1933 sin resultar elegido, dimitiendo de sus cargos directivos cuando la asamblea de dicho partido decidió dar libertad de voto a sus afiliados para la segunda vuelta de las elecciones (el 3 de diciembre siguiente) en contra del criterio del Comité del Partido que había propuesto apoyar la candidatura socialista. En esos momentos comenzó su aproximación al socialismo.

 Fue detenido durante la revolución de octubre de 1934, siendo procesado en la causa que encabezó el diputado socialista por Huelva Crescenciano Bilbao. Estuvo en prisión desde el 9 de octubre hasta el 26 de abril de 1935 que se le concedió la libertad provisional, solicitando el cambio de residencia de Huelva a Madrid. 

Portada interior de la tesis doctoral
 de Felicidad Mendoza Ponce
Desde septiembre de ese año fue redactor del diario Ahora de la capital de España, ingresando en la Agrupación Profesional de Periodistas y en la Federación Gráfica Española de la UGT, afiliándose a la AS Madrileña. Al producirse el golpe de Estado de julio de 1936 comenzó a colaborar en el diario Claridad, órgano de la UGT, firmando el 20 de agosto siguiente su primer artículo como corresponsal de guerra en el Frente Sur, sector de Córdoba y Jaén, donde permaneció hasta abril de 1938, ya que el 9 de marzo de ese año había sido nombrado comisario político, siendo destinado al 5º Batallón de Etapas en Ciudad Real donde, entre junio y septiembre, publicó varias crónicas en Avance, periódico socialista en dicha localidad.

Finalizada la guerra civil fue detenido en Viator (Almería) el 30 de marzo de 1939, siendo internado en la prisión provincial Ingenio. Allí permaneció hasta mayo de 1940 que fue puesto en libertad provisional, regresando a Madrid. 

Volvió a ser detenido el 5 de junio de ese mismo año junto a 18 personas más cuando se hallaba reunido en una sastrería. Fue recluido en la prisión de Comendadoras, donde permaneció hasta finales de agosto que fue trasladado al Hospital Provincial de Madrid, falleciendo el 5 de septiembre de 1940 a consecuencia de las brutales torturas sufridas durante los interrogatorios.



miércoles, 14 de marzo de 2018

JOSÉ DE LA MANO GAGO (07-08-41)


José de la Mano Gago nació en 1906. Ingresó en las Juventudes Socialistas de Madrid el 1 demarzo de 1926, donde conoce a Catalina Maestre, que se afilia en 1928, y con la que se casa. Desde al menos esa época vive en Vicálvaro, en la barriada de Pueblo Nuevo.


Desde 1933 trabaja como Inspector de Arbitrios en el Ayuntamiento de Vicálvaro. Se afilia a UGT el 1 de enero de 1934, haciéndolo su mujer el día 1 de julio de ese año. Catalina Maestre es miembro del Sindicato Nacional Ferroviario, mientras José lo es de la Asociación de Dependientes Municipales de Canillas y Canillejas, participa en la Asociación General de Dependientes de la Distribución y Administración de Madrid y en la organización de Dependientes Nacional.



Acusado de apoyo a la rebelión de octubre de 1934 es represaliado el 15 de octubre, junto a sus compañeros Tomás Lucía, Saturnino Jiménez, Mariano Serrano, Agustín Sanz, el Vigilante de Seguridad Valentín García Domínguez y los vigilantes supernumerarios sin sueldo Claudio García, Miguel Ambroz, Antolín Arquero, Lucio López y Francisco Mérida. Son suspendidos de sueldo y separados del servicio. De José de la Mano, considerado el cabecilla, se dice posee en un cajón que usaba en el edificio municipal “un ejemplar impreso, compuesto de 6 folios, del discurso francamente revolucionario pronunciado por el Presidente del Partido Socialista, Largo Caballero, el 31 de diciembre de 1933, con motivo de la conmemoración de los aniversarios de la Federación Gráfica Española”. José va a Bilbao para “ocuparse del negocio de un familiar enfermo” y posiblemente evita así castigos mayores.



Al estallar la sublevación en el 36 se alista en el 4º Batallón Pueblo Nuevo-Ventas, de las milicias populares. A principios de 1937 las milicias se integran en el Ejército Popular y, por su edad, no ingresa en el ejército. Durante dos años regenta la Cooperativa Popular de Consumo de Pueblo Nuevo.



En junio de 1937 ocupa el cargo de Presidente de la Agrupación Socialista de Vicálvaro y Canillas.



El 26 de diciembre del 37 son rehabilitados los depuestos en el 34, e indemnizados con un año de salario.



Su trabajo en la cooperativa hace que desatienda la recuperada función de Inspección de Arbitrios, por lo que el Ayuntamiento le considera dimitido de su cargo por no solicitar la correspondiente licencia para abandonar el puesto.



El último dato que tenemos de él es que en octubre de 1938, ante la llamada a filas de las quintas del 21 al 28, ingresa en el Ejército Popular Republicano. Aunque desconocemos su destino, esas quintas, por su edad, se destinaron a trabajos de fortificación y no a unidades de combate.
Finalizada la guerra civil fue detenido siendo condenado a muerte en Consejo de Guerra celebrado en Madrid el 18 de abril de 1941. Estuvo internado en las prisiones de Porta Coeli (Valencia) y Conde de Toreno y Santa Rita (Madrid). En noviembre de 1940 tenía 34 años. Fue fusilado en el cementerio del Este de Madrid el 7 de agosto de 1941.



Fuentes: AGHD/Madrid (Sumario 1.647); Archivo SDE (955-16/FFLC); J. J. ELOLA RAMÓN

viernes, 2 de marzo de 2018

ERNESTO FERNÁNDEZ DÍAZ (09-09-39)


Ernesto Fernández Díaz nació en Gallejones de Zamanzas (Burgos), el 24 de septiembre de 1900.
La guerra le sorprendió en Madrid, donde trabajaba como dependiente en la confitería "La rosa de oro".
Por un problema en la vista, no hizo la "mili" y por el mismo motivo no fue movilizado para ir al frente,  siéndole asignado el puesto de vigilante de barrio para ser útil a la República. Durante los tres años de guerra compaginó el trabajo en la pastelería con labores de vigilancia en su zona.
En 1931 se afilia a la UGT, sindicato de Artes Blancas, ocupando el puesto de tesorero del gremio de Confiteros.
Ernesto Fernández Díaz, junto a familiares y amigos, celebrando la tradicional jornada del 1º de Mayo en la Casa de Campo de Madrid junto a familiares y amigos (Archivo familiar) 
Su comprometida y decidida actividad sindical le pasó factura y, al terminar la guerra, fue denunciado por el dueño de la empresa donde trabajaba. El 22 de abril de 1939 es detenido en  su casa de la calle Molinuevo en Puente de Vallecas.
Fue juzgado en Las Salesas por el Juzgado Militar especial de Empresas, según procedimiento sumarísimo de urgencia numero 6019, por el que fue condenado a muerte. De nada le sirvieron los avales de quienes también arriesgaron para reconocer su humanidad en tiempos difíciles. Su destino estaba sellado, como tantos, por la revancha desde la supremacía del fascismo triunfante.  
"No sé si fue el dictador Franco o la mano incorrupta de Santa Teresa (que se decía tenía siempre presente sobre la mesa de su despacho) quien firmó el "enterado" de su sentencia de muerte, pero sí sé que, de paso, destrozaron a toda una familia y dejaron de por vida a una viuda y tres huérfanos de 1, 4 y 7 años en el más absoluto desamparo."
El 9 de septiembre de 1939, a las 4:30 horas  de la mañana, el jefe del piquete de ejecución se hace cargo de 27 reos de la cárcel de Porlier, con una lista que empieza con Ernesto Fernández Díaz y termina con Mariano Lorenzo Timoteo, siendo todos fusilados junto a las tapias del Cementerio del Este."

Francisco Fernández Agudo (hijo de Ernesto y, a pesar de todo, superviviente)



La familia de Francisco Fernández Díaz conservó sus últimas cartas desde prisión como un tesoro. Y no es para menos. Cabe agradecer que quieran compartirlas y darlas a conocer, en su memoria, en la de todas y todos.