Antonio Alonso Ruiz nació en La Línea de la Concepción (Cádiz) el 8 de octubre de 1903. Hijo de Vicente y María. Al morir su padre, cuando tenía 3 años, se trasladaron a Madrid. De chaval comenzó a trabajar como aprendiz en un taller mecánico, donde el dueño le enseñó el oficio y se convirtió en un buen mecánico-conductor. Durante años fue chófer de familias pudientes. También llevaba a su jefe a Babilafuente (Salamanca), donde tenía fábricas, y se hospedaban en Peñaranda de Bracamonte. Allí conoció a su mujer, Juana Huidobro Hernández, con la que contrajo matrimonio el 3 de febrero de 1929. Fruto de esa unión nació su hija María. Al llegar la República fue despedido y, a partir de ahí, ejerció como taxista. Primero como asalariado y, después, fruto del esfuerzo y con la ayuda de un familiar, en abril de 1936 consiguió comprar su propio coche, un Ford 8 cilindros. En agosto de 1936 su coche fue requisado y nunca consiguió recuperarlo. Se afilió a UGT y durante la guerra siguió trabajando de chófer para autoridades militares y como camionero, transportando grano y forraje para los animales que se utilizaban en dependencias militares. Al finalizar la guerra fue detenido por estar afiliado a UGT y ser defensor de la República. Fueron a casa de su ex novia a preguntar por él, ella les dijo que desconocía su domicilio, pero que sabía que vivía en el Barrio de Salamanca y que todos los días iba a tomar café después de comer al bar de Cayetano Puebla, situado en la calle Jorge Juan, esquina a Príncipe de Vergara. Allí le detuvieron. Su mujer envió a su hija a Peñaranda de Bracamonte a la casa familiar y ella se quedó en Madrid ocupándose de él, de llevarle diariamente la comida a la Prisión de Porlier. Fue sometido a juicio sumarísimo y condenado a pena de muerte. El día 13 de septiembre de 1940, cuando Juana fue a llevarle la comida, el funcionario al mando le entregó una carta que Antonio había escrito esa madrugada, antes de ser fusilado y le dijo que fuese al cementerio del Este que allí estaba su cadáver. Tras su muerte Juana salió de Madrid y regresó a su pueblo con su hija. Nunca volvió a casarse, y en él vivió hasta su fallecimiento a la edad de noventa años. Su hija María se casó y tiene cuatro hijas, María Luisa, Julia, María del Carmen y María de los Ángeles y siete nietos, David, Alberto, Óscar, Laura, Enrique, Alba y Clara a los que siempre habló de su padre.
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