Julián Galán Ruedas, natural de Ciudad Real y emigró a Madrid a los 17 años junto a su familia. Trabajó como soldador en una fabrica y al estallar la guerra se alistó como Guardia de Asalto en la defensa de Madrid.
Se casó en 1937, pero los tíos de su amada Josefina nunca aprobaron esa unión y fueron los que le denunciaron en enero de 1940.
Le acusaron de haber asesinado a su antiguo jefe, falsa denuncia pues ese hombre estaba vivo y aunque él mismo fue al juez para decir que Julián era inocente les dijeron que la sentencia ya estaba dictada y el proceso siguió adelante,tras dos meses de palizas y torturas le asesinaron en las tapias del cementerio del este a los 26 años de edad.
Su carta llegó a manos de la familia a través de la mujer de otro compañero preso.
La última frase de su carta dice:"¡Vivan los trabajadores del mundo entero!
Se casó en 1937, pero los tíos de su amada Josefina nunca aprobaron esa unión y fueron los que le denunciaron en enero de 1940.
Le acusaron de haber asesinado a su antiguo jefe, falsa denuncia pues ese hombre estaba vivo y aunque él mismo fue al juez para decir que Julián era inocente les dijeron que la sentencia ya estaba dictada y el proceso siguió adelante,tras dos meses de palizas y torturas le asesinaron en las tapias del cementerio del este a los 26 años de edad.
Su carta llegó a manos de la familia a través de la mujer de otro compañero preso.
La última frase de su carta dice:"¡Vivan los trabajadores del mundo entero!
(testimonio familiar)
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