Jacinto Rosell Coloma, policía de la Brigada Especial. El 01 de junio de 1937, ya con la mayoría de falangistas
arrestados, la Brigada Especial redactó un informe en el que se informaba a la
DGS (que ya estaba al corriente) del hallazgo de un mapa de Madrid en el que se
vinculaba a Andreu Nin con la Quinta Columna. El director general de Seguridad,
el Teniente Coronel Antonio Ortega envió a Fernando Valenti y a su mano
derecha, Jacinto Rosell a Barcelona con la intención de detener e interrogar a
Nin. Antes deberían pasar por Valencia donde también recibirían instrucciones
del Ministro de Gobernación.
El diario El País localizó en 2007 una carta de Antonio
Ortega al Teniente Coronel Ricardo
Burillo que por aquel entonces ocupaba el cargo de jefe de Policia
de Barcelona, en la que le decía lo siguiente:
"Querido camarada: tengo el honor de presentarle a
los funcionarios de la plantilla de Madrid comisario Fernando Valentí y agente
de tercera Jacinto Rosell, quienes llevan a ésa una misión delicadísima en la
que le ruego les dé toda clase de facilidades. En el caso de que precisaran
utilizar gran contingente de fuerzas, antes de denegárselas consultará usted
conmigo. Un abrazo de su amigo y camarada".
Valenti y Rosell dirigieron la detención de Nin que fue
arrestado el 16 de junio de 1937. Fue trasladado a Madrid y a finales de mes,
desapareció para siempre. Es decir, fue eliminado de manera extraoficial,
posiblemente por agentes stalinistas que contaron con el visto bueno de la
Brigada Especial. Obviamente, tras la guerra, Valenti desmintió con rotundidad
ante las autoridades franquistas su implicación en la detención, asegurando
incluso que nunca había viajado a Barcelona. Sus afirmaciones en Consejo de
Guerra contrastan con las que realizó su compañero de viaje a la Ciudad Condal,
Jacinto Rosell que sí reconoció haberse desplazado con Valenti a Barcelona para
detener a un tal Andrés (Andreu Nin).
Jacinto Rosell fue fusilado el 13 de diciembre de 1940 junto a nueve miembros de la Brigada Especial entre los que se
encontraban Fernando Valentí,
Jacinto Uceda, Atilano Molano, Lucas Gilsanz y Gabriel González.
Fernando Valentí Fernández, comisario de policía, responsable de la desarticulación de la organización
«Golfín-Corujo». Esta brigada mantenía frecuentes contactos con agentes
soviéticos del NKVD (Policía secreta de la URSS) en Madrid, bajo las órdenes de
Alexander Orlov. La principal actividad de Valentí y sus hombres era el
contraespionaje. Para tal fin era imprescindible
disponer de «agentes provocadores» o, mejor dicho, confidentes que se
infiltrasen en los movimientos quintacolumnistas. Uno de los más famosos, por
su trascendental protagonismo en la detención del falangista cántabro, fue
Alberto Castilla Olavarría.
Fue fusilado junto a las tapias del Cementerio del Este el 13 de diciembre de 1940 junto a nueve miembros de la Brigada Especial entre los que se
encontraban Jacinto Rosell,
Jacinto Uceda, Atilano Molano, Lucas Gilsanz y Gabriel González.
Maestro de obras. Comenzó a trabajar a los ocho años en la construcción en Arganda (Madrid). Más tarde se trasladó a Madrid capital donde ingresó en la Sociedad de Albañiles "El Trabajo" de la UGT desde 1907 y en la AS de Madrid en agosto de 1929, siendo secretario del Círculo Socialista del Norte. Fue detenido por su participación en la revolución de octubre siendo internado en la cárcel Modelo de Madrid. Durante la guerra civil, en febrero de 1937, fue nombrado inspector del Ministerio de la Guerra a las órdenes directas del ministro (Largo Caballero) y desde agosto de ese mismo año formó parte del Comité Interino de la AS de Madrid y fue responsable de la oficina que la AS estableció en la calle Fuencarral 103, sede de la CIEP (Comisión de Información Electoral Permanente) donde se centralizó toda la información sobre Incautaciones y Requisas. Presidente de la Comisión Depuradora del Cuerpo de Asalto y jefe del Departamento Especial de Información del Estado (DEIDE) en Madrid, hasta marzo de 1938, en que dicho servicio fue disuelto e incorporado al Servicio de Información Militar (SIM) prestando servicio en el Negociado de Prensa y posteriormente como jefe de Inspección de Campos de Trabajo, finalizando la guerra con el grado de comandante. Fue detenido en el puerto de Alicante, pasando por los campos de concentración de Albatera y Los Almendros hasta que fue trasladado a Madrid. Estuvo preso en las cárceles de Comendadoras, Yeserías, Conde de Toreno y Porlier siendo condenado a la pena de muerte en Consejo de guerra celebrado el 4 de junio de 1941 y ejecutado en Madrid el 5 de julio de ese mismo año. Padre de Domingo de Mora Donas.
Muere a la edad de 24 años. Sastra de oficio. Fue detenida en 23/09/1939 y fusilada en el Cementerio del Este el 24 de agosto de 1940.
La historia de Julia Lázaro parece inspirar alguno de los pasajes de la novela “Desde la Noche y la Niebla” de Juana Doña. Puede que parte de los datos estén ficcionados pero representan casos-tipo vividos por muchas de las mujeres detenidas, torturadas, violadas, condenadas a muerte o penas de todo tipo.
Fernando Hernández Holgado en su libro “Mujeres encarceladas: la prisión de Ventas, de la República al franquismo extracta párrafos del pasaje dedicado a Julia:
“Hacía unos días habían detenido a Julia Lázaro, tenía 20 años; a los 2 meses de estar condenada a muerte se dió cuenta de que había quedado embarazada de sus violadores. Esperaron a que diese a luz y a los 15 días la fusilaron”. Julia tenía en la prisión una hermana que no quiso hacerse cargo de “aquello”, le daba horror. El niño fue llevado a una Inclusa, los hospicios se estaban nutriendo en esto meses de criaturas que nunca sabrían que eran hijos de la tortura y el repudio”. Doña, 1978, p. 159.
Con algunas alteraciones y mayor profusión de detalles, Juana Doña un tiempo después amplía este pasaje:
“A Julia y María Lázaro las detienen por que son de izquierdas. A María la llevaron enseguida a la Cárcel (Ventas) pero a Julia la dejaron en gobernación nueve o diez días. Allí la violaron nueve policías, nueve indeseables, nueve indecentes. Viene en un estado lamentable e inmediatamente la llevan a juicio y la condenan a muerte. A los tres mese, mientras espera la ejecución, se da cuenta de que está embarazada. No sabe de quién de los nueve y entonces se lo dice a su hermana: <> Y María le dice: <> (…)”
En esta versión Doña menciona que una funcionaria de infausta memoria entre las reclusas supervivientes, María Topete, ya tenía apalabrado con la dirección de la Cárcel que cuando Julia diera a luz le entregaran el niña a ella.
“(…) Después que fusilaran a su hermana María se volvía loca de no haberle reclamado (al niño). Yo no se si el niño se lo quedó La Topete, pero desde luego a María no se lo dieron. Mientras estuvieron en la cárcel no le devolvieron al niño”.
Fernández Holgado cuenta en su libro que el expediente de Julia se conserva en el archivo de Las Ventas: Soltera, de profesión Sastra, ingresó el 23 de septiembre de 1939, con 23 años y estaba embarazada. El 7 de junio de 1940 nació un niño al que pondría de nombre “Juan Emilio Lázaro”. Fue ejecutada el 24 de agosto de ese mismo año. Dato contrastado con el archivo del cementerio del Este. El hecho de que el niño recibiera el apellido materno pudiera apuntalar la hipótesis de la violación señalada por la novela de Doña. En cuanto a la práctica de niños robados incluso con mujeres reclusas y condenadas a muerte fue lamentablemente un hecho repetido en otras ocasiones.
FUENTE: “Mujeres encarceladas: la prisión de Ventas, de la República al franquismo”. Fernando Hernández Holgado
Pedro Navares Sierra, 41 años, natural de Madrid, domicilio calle
Gobernador 14, 1º izda. Funcionario Técnico de Correos, destino Base 1ª de
Madrid.
Afiliado a la UGT en octubre de 1932, a Izquierda Republicana y desde
octubre de 1936 al Partido Comunista.
Presidente del Comité de Vecinos del barrio de Doña Carlota, al que renunció
sin llegar a actuar, pasando a ser miembro del Comité de la Cruz Roja. Convirtió, en unión de varios médicos, la iglesia de la parroquia del
Puente de Vallecas en hospital de sangre, asumiendo el cargo de
administrador del mismo.
Condenado a garrote vil, la sentencia fue ejecutada en prisión el 28-8-40.
El 9 de agosto de 1940 fue fusilado en el cementerio del Este de Madrid, en
una saca de 24 condenados, tras ser condenado a muerte en una farsa de consejo
de guerra, el tipógrafo Vicente Rueda Fernández, de 27 años, natural de Zamora.
Nacido en el seno de una familia de tradición republicana, su padre, Gonzalo
Rueda Iglesias, uno de los fundadores del Partido Radical Socialista en Zamora,
poseía un establecimiento de tejidos en la Plaza Mayor. En mayo de 1932, con
sólo 19 años, Vicente participó en la fundación del Radio Comunista de Zamora,
junto a Amado Hernández, Manuel Sobrino, Antonio Pertejo, Jeremías Sánchez,
Amancio Vaquero, Carolino Fernández, Eudosio Martín, Andrés espinosa, Esperanto
Luis, Manuel Rodríguez y Gabriel Fernández Llamero.
Tras el alzamiento fascista de julio de 1936, Vicente y su hermano Gonzalo consiguieron
alcanzar la zona leal al gobierno de la República. Vicente participó en la
defensa de Madrid, alcanzando el grado de comisario del batallón 171,
"Fernando de Rosa", 3º de la 43 brigada del Ejército Popular de la
República.
Tras la entrega de Madrid a Franco por la junta de Casado, Vicente Rueda, al
igual que otros muchos comunistas, cayó en manos de los franquistas. En la
farsa de consejo de guerra a que fue sometido, lo acusaron de haber participado
en la represión contra los miembros de la quinta columna en la retaguardia
madrileña, y más en particular, de haber asesinado al derechista zamorano Luis
Calamita, editor del Heraldo de Zamora, que se encontraba en la zona
gubernamental en el momento de producirse un golpe que su periódico apoyó con entusiasmo.
La acusación contra Rueda se aprovechó para culpar al también zamorano Ángel
Galarza, ministro de la Gobernación en el gobierno de la República, que con la
victoria franquista marchó a un exilio del que nunca regresaría.
Este pasaje de la Causa General, al involucrar a una personalidad del PSOE como
Galarza, despertó un gran interés en los medios revisionistas, empeñados en
despojar a la izquierda del afán de superioridad moral que, según ellos,
fundamenta la política de reparación a las víctimas del franquismo. El
ultraderechista José Javier Esparza, en su libro El terror rojo en España
(2007) acusó a Galarza de haber utilizado a Rueda en una venganza contra
Calamita por antiguos resentimientos personales. La investigación realizada con
todo lujo de medios -que no de rigor- por las autoridades franquistas en
aquellos años negros no sólo le dio hecho casi todo el trabajo a Esparza para
pergeñar su enésimo libro; las sobras de este aspirante a promotor de una Nueva
Derecha española todavía le dieron de sí al exitoso novelista de raíces
zamoranas Juan Manuel de Prada para cubrir el expediente de su columna en XL
Semanal el 24 de julio de 2007. El autor de Coños, en la columna "Tres
zamoranos", se refiere a Rueda como "desecho humano del bando
republicano" y construye un rancio folletín en el que Rueda habría sido el
instrumento de Galarza para vengarse de Calamita por el despecho derivado de un
triángulo amoroso, lo que, unido al resentimiento del humilde tipógrafo
comunista por el éxito profesional del editor del Heraldo, habría generado la
combinación explosiva de envidia, resentimiento e ignorancia que en el universo
mental de los Esparza y De Prada constituye el fundamento de la política de
izquierdas.
Natural de Moralzarzal (Madrid). De profesión cantero. Fue fusilado a los 33 años de edad junto a las tapias del Cementerio del Este el 20 de noviembre de 1939.
Eugenio
Mesón nació el 2 de septiembre de 1916 en la calle Caravaca, 12 de Madrid. Hijo
de Eugenio y de Nicasia, fue el quinto de seis hermanos. El padre era
dependiente de ferretería y la madre modista. Nicasia murió cuando Eugenio
tenía 6 años. Su padre y Elena, la hermana mayor, fueron sacando adelante a la
familia.
Eugenio
fue al colegio de los Escolapios de la calle Mesón de Paredes, de donde resultó
expulsado a los 12 años por no querer acudir a misa y por su rebeldía contra ese
sistema de impartir la docencia.
Empezó
a trabajar en una imprenta a los trece años. Tuvo distintos oficios, trabajando
como aprendiz, vendedor ambulante de fruta y de libros, etc., hasta lograr un
trabajo de dependiente de comercio en una ferretería sita en el número 10 del Paseo
de las Delicias donde, según sus propias palabras, “tuvo el jefe más
democrático y simpático que he conocido”. Finalmente se colocó en la Editorial
Europa-América y allí le sorprendió el levantamiento fascista del 18 de julio y
el inicio de la Guerra Civil.
Ingresa
en las Juventudes Comunistas (JJCC) en el año 1932, donde inicia su actividad
política de manera intensa y apasionada. Pronto destaca por sus cualidades de organizador
y su inteligencia y capacidad política, siendo nombrado Secretario de las JJCC
del Radio Sur de Madrid en un escaso margen de tiempo.
Fue
detenido en diversas ocasiones por su actividad política. La primera detención
se produjo en 1933, estando 40 días en prisión.
Fue
detenido nuevamente en 1935, en la preparación de la campaña del lº de mayo,
juzgado en un Tribunal de Urgencia y condenado a 45 días en prisión.
Allí
conoce a Juana Doña, militante de las Juventudes. Ambos se enamoran
perdidamente y finalmente se casan el 2 de mayo de 1936. Al día siguiente
madrugaron, pues tenían Comité Central de las Juventudes Comunistas. Como no
tenían donde dormir, Dolores Ibárruri, la Pasionaria, les dio las llaves de su
casa. Así lo explica Juana en su libro Querido Eugenio:
-Mesón y yo nos
hemos casado, pero no tenemos casa donde dormir esta noche- Se rio, diciendo: -Que seáis
felices, ahora me voy para Asturias. Toma mi llave e id a mi casa. Volveré
dentro de tres días- No recuerdo la dirección. Pasamos mucha vergüenza en
aquella cama. ¡Nada menos que la cama de Dolores! Nos parecía que la
mancillábamos. Nos reímos y besamos y de ahí no pasamos a otras "licencias"
Con
la marcha de Arconada como Secretario General de las JJCC, Eugenio pasa a
ocupar este puesto y responsabilidad. En pocos meses la organización en Madrid
pasa de 1.100 afiliados a más de 4.500.
Elegido
por las JJCC pasa a dirigir las tareas de unificación con las Juventudes
Socialistas que dieron como fruto la proclamación de las JSU (Juventudes
Socialistas Unificadas), una de las organizaciones juveniles más potentes de
Europa y de la que Eugenio fue nombrado Secretario General de Madrid, una de
las zonas de vital importancia.
Al
inicio de la guerra partió con Lister a combatir en la Sierra del Guadarrama,
pero las tareas ingentes y la responsabilidad de las JSU le obligaron a regresar
a la capital.
Nuevamente
fue detenido el 19 septiembre de 1936, estando 8 días en Jefatura.
En
estos años convulsos se convirtió en uno de los dirigentes más queridos y con
más futuro dentro de la izquierda española. En enero de 1938 fue nombrado
miembro del Comité Provincial del Partido Comunista.
El
5 de marzo de 1939 es apresado como consecuencia del golpe de Casado y ya no
saldría vivo de prisión. Fue trasladado junto con sus camaradas a la prisión de
San Miguel de los Reyes el 26 marzo de 1939 y, posteriormente, a la prisión provincial
de Porlier en Madrid el 26 enero de 1940, donde pasó 45 días en el calabozo.
Allí los fascistas le hicieron proposiciones para pasarse a sus filas (dado el
carisma y popularidad de Eugenio) que este, lógicamente, rechazó enérgicamente
y con total desprecio.
Fue
juzgado el 3 de mayo de 1941 por un Tribunal Militar franquista y condenado a
muerte.
Eugenio
fue fusilado el 3 de julio de 1941, junto a otros doce camaradas, en el
Cementerio del Este de Madrid. Tenía aún 24 años. Allí, en dos tumbas unidas por
un monolito erigido 60 años después, descansan los cuerpos de estos combatientes
republicanos, comunistas y ejemplo de dignidad, entrega y sacrificio. Cada 3 de
julio, desde entonces, no han faltado los claveles rojos que ellos pidieron que
se llevaran a la fosa común en dicho día, año tras año.
Pavimentador. Miembro de la UGT y afiliado a la AS de Madrid desde 1931. En 1932 se trasladó a la AS de Vallecas (Madrid) siendo concejal del ayuntamiento de dicha localidad. Finalizada la guerra civil fue detenido y fusilado a los 44 años el 2 de agosto de 1940.
Eladio nació en Madrid. Albañil de profesión y perteneciente al Comité Provincial del PCE. Paso por las cárceles de Yeserías y Porlier. Tenía 35 años cuando fue fusilado junto a las tapias del Cementerio del Este.
Mariano Colmenarejo Martín, natural de Colmenar Viejo, Madrid. Tapicero de profesión, residíó en Tetuán de las Victorias. Fue Comisario Político en la 108 BM. Detenido en Belinchón, pasó por las prisiones de Sata María de Huerta en Soria, Torrijos y Porlier. Su fusilamiento en el Cementerio del Este consta con fecha 30 de noviembre de 1943.
Comunista de 27 años. Funcionario. Fue comandante
del Batallón Alpino en el sector de la sierra de Guadarrama. Detenido por la
Junta de Casado fue entregado a los franquistas. Pasó por las prisiones de Yeserías y Porlier. Condenado a muerte, le
fusilaron el 3 de julio de 1941 en las tapias del cementerio del Este.
Fernando Barahona Pérez, natural de Madrid, instalador sanitario. Fue comisario político de la 34 BM. Estuvo preso en Yeserías y fue fusilado el 3 de julio de 1941.
Ángel Baquedano Mañanes, era natural de Benavente (Zamora). Afiliado al PCE. De profesión peluquero. Fue fusilado a la edad de 26 años junto a las tapias del Cementerio del Este el 8 de abril de 1940.