lunes, 8 de abril de 2024

ABUNDIO RODRIGO LÓPEZ (24-06-39)

 

Antonio Abundio Rodrigo López (en algunos escritos aparece como Abundio Rodríguez) Nació el 14 de diciembre de 1890 en Villaluenga de la Sagra (Toledo).

Ferroviario. De MCP (Madrid-Cáceres-Portugal). Factor en varios destinos. Jefe de estación en Fuenlabrada.

En 1935 era Jefe de estación de 3ª en Montearagón dónde pasó la guerra. La llegada de los sublevados a las proximidades de Madrid motivó que el Comité Central de Ferrocarriles (órgano que se creó sustituyendo a la Dirección de la compañía) concentrara en Madrid-Delicias a los ferroviarios evacuados de las estaciones que se iban replegando, reorganizando el servicio con la esperanza de volver a abrir las estaciones cuando el gobierno republicano las retomara.

A Antonio le tocó cerrar la estación de Fuenlabrada. Fueron evacuados a Buñol donde los compañeros del Sindicato les ubicaron, desempeñando servicio en distintas estaciones (Puzol,  Almazara, Cabañal, Venta Mina…).

Finalizada la guerra, todos los agentes ferroviarios quedaron suspendidos de empleo y sueldo y los que estaban evacuados tenían que presentarse en sus residencias de origen para ser “depurados”. En el andén de Delicias, iba con su hijo Ricardo de 17 años y al ir a saludar a un “amigo” del negociado, P. A. Torres, este llamó a un soldado “Detengan a este señor”. Ya no tuvo que presentarse a nadie y, al chico que se resistía a dejar a su padre…“El soldado me echó a la calle con amenazas, poco menos que cuando se quiere echar a un perro a pedradas….” Vio cómo subieron a un camión a Antonio camino a la cárcel de los Dominicos de Madrid.

Cuando Ricardo pudo visitarlo varios días después, tuvo problemas para reconocerlo. Antonio mantuvo correspondencia con la familia mediante tarjetas. En las últimas, ya se planteaba en qué condiciones quedarían sin él, pensando en algún trabajo para que su hijo pudiera mantener la familia y pidiendo que revisaran el caso pues en las acusaciones “no había ni una letra de verdad”. Abundio es fusilado junto a la tapia del Cementerio del Este el  24 de junio de 1939 a la edad de 49 años.

(Esta breve semblanza está redactada a partir del testimonio de su hijo Ricardo Rodrigo Moreno)

domingo, 24 de marzo de 2024

RICARDO FERNÁNDEZ LÓPEZ (09-11-40)

 


Ricardo Fernández López, nació en 1901 en Buenasbodas de la Jara, pedanía de Sevilleja de la Jara (Toledo). Hijo de Manuel y de Rosa. Casado con Balbina, tuvieron cinco hijos: Manuel, Valentín, Valeriano, Sagrario y José. De profesión campesino. Afiliado a la U.G.T. desde 1930, formando parte de la Directiva, y siendo Secretario en 1935. No se le conoce afiliación política confirmada.

Fue elegido democráticamente Alcalde de Buenasbodas de la Jara en marzo de 1936, continuando en su cargo durante el levantamiento militar hasta el 21 de agosto de 1938, fecha en la que tiene que abandonar su población natal tras la ocupación del frente golpista. Durante su etapa como Alcalde, fue Vocal del Comité Republicano del pueblo, cuyo Presidente era Jose María Martínez (huido a Francia), Fernando González Fernández como Secretario (detenido) y Nicolás González Fernández como Vocal (detenido).

Según su Declaración Oficial tras su detención, en octubre de 1938 estuvo movilizado en el 2º Cuerpo del Ejército nº93 en el Cuartel de la Guardia Civil de Cuatro Caminos. No asistiendo en el Frente, pero sí fortificando el Parque del Oeste y la Dehesa de la Villa. Posteriormente estuvo en la Cárcel Modelo y Ciudad Universitaria movilizando vigas de hierro y maderas.

El 28 de marzo de 1939, se traslada al pueblo de El Romeral presentándose en el Ayuntamiento, para posteriormente volver a Buenasbodas de la Jara, donde fue detenido el 28 de abril de 1939, hasta que se le toma Declaración por parte del Juez Instructor el 18 de septiembre de 1939.

Trasladado a la Prisión de Porlier, fue condenado a muerte por delito de Adhesión a la Rebelión el 13 de marzo de 1940. Según obra en documentos oficiales, no se le permite la conmutación de la pena por “carácter de dirigente” el 8 de octubre de 1940, de forma irrevocable.

Durante su encarcelamiento, escribió Cartas a su mujer Balbina y familiares, despidiéndose de la misma y de sus cinco hijos la noche anterior a su fusilamiento mientras se encontraba en Capilla. En todo momento defendió su inocencia, ratificando ante su esposa: “No os avergoncéis de mi muerte, ya sabes que no muero por ladrón ni asesino. Mi conciencia está muy tranquila…”, “que muero con honra y valiente…”

 

Tenía 39 años cuando fue fusilado a las 6:45 de la mañana del 9 de noviembre de 1940 junto a las tapias del Cementerio del Este de Madrid. El Estado golpista del General Franco, en su obstinación revanchista, nunca tuvo la decencia de informar debidamente a sus familiares sobre su paradero ni realizar ninguna labor de reparación a la memoria de las víctimas.

Después de casi 84 años, en abril de 2024, sus familiares y descendientes han podido desenterrar su Memoria, y conocer su historia, permitiendo así que Ricardo Fernández López, deje de ser un fantasma del pasado para ser un digno recuerdo del futuro.

Eduardo Fernández