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miércoles, 2 de julio de 2008

IMANOL ASARTA IMAZ (21-01-1942)

A su mujer:

"Mi queridísima Manoli: Ayer día 19, me anunciaron que al amanecer de hoy sería fusilado, pero fue suspendida la ejecución; espero acabar mis días de un día para otro. He hecho inventario de mis cosas para que te sean entregadas. No desesperes, cariño mío. Muero tranquilo y sereno, confiando en que el sacrificio de mi vida servirá para que en el porvenir no sufran los que nos sucedan las vicisitudes de nuestra generación. Inmenso es el amor que siento por ti y por nuestra querida Amatxo. Vuestra imagen me acompaña hasta la muerte. Durante toda mi vida he procurado ser buen hijo, buen esposo y buen padre. Como corresponde a un hombre de mi condición. No os dejo en herencia más que mi pasado de consecuente honradez, mi limpio apellido de comunista. Cuidadlo como las niñas de vuestros ojos; que él ilumine el camino que has de recorrer durante toda tu vida. Deseo no te dejes ganar por el dolor y la melancolía que pueda producirte mi desaparición. Eres joven todavía y el tiempo cicatrizará la herida de tu sufrido corazón. ¡Mi Manoli querida! No quiero que, por venerar mi memoria renuncies a tu juventud. Te quiero demasiado para desear tal cosa. Cuando te uniste a mí yo no pude ofrecerte esa felicidad risueña y apacible con que sueñan las muchachas de tu edad. Ese género de “felicidad” no nos pertenece; es totalmente contrario a nuestras aspiraciones. Cuando te uniste a mí, te uniste a un luchador con el que has compartido todas tus vicisitudes durante las accidentadas etapas de nuestro “idilio”. Procura forjarte en las enseñanzas de esta dura experiencia, pues las vicisitudes no han terminado para los que sobreviváis. Aconseja de esta manera a nuestra querida Luisita. Yo vigilaré desde los luceros, que no se entristezca demasiado: ya veis que yo conservo el buen humor. Mis postreros besos para todos y, en especial, para nuestra Amatxo, para ti, para Eusebi y Luisita."


Prisión de Porlier, 20-1-42

domingo, 29 de junio de 2008

BLANCA BRISAC VÁZQUEZ (05-08-1939)

Natural de San Sebastian, de 29 años de edad.
La mayor de tres hermanas, hijas de un próspero empresario francés. Casada con Enrique García Mazas, a quien conoció en la banda de música en la que tocaban a pie de pantalla en el cine Alcalá para amenizar las películas mudas. Él tocaba el violín y ella el piano. El matrimonio tenía un hijo, Enrique, de 11 años de edad en 1939. No militaba en ninguna organización política.
Fue una de las jóvenes conocidas como "Las Trece Rosas"
"Querido, muy querido hijo de mi alma,
En estos últimos momentos tu madre piensa en ti. Sólo pienso en mi niñito de mi corazón que es un hombre, un hombrecito, y sabrá ser todo lo digno que fueron sus padres. Perdóname, hijo mío, si alguna vez he obrado mal contigo. Olvídalo hijo, no me recuerdes así, y ya sabes que bien pesarosa estoy.
Voy a morir con la cabeza alta. Sólo por ser buena: tú mejor que nadie lo sabes, Quique mío.
Sólo te pido que seas muy bueno, muy bueno siempre. Que quieras a todos y que no guardes rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor y tú tienes que ser un hombre bueno, trabajador. Sigue el ejemplo de tu papachín. ¿Verdad, hijo, que en mi última hora me lo prometes? Quédate con mi adorada Cuca y sé siempre para ella y mis hermanas un hijo. El día de mañana, vela por ellas cuando sean viejitas. Hazte el deber de velar por ellas cuando seas un hombre. No te digo más. Tu padre y yo vamos a la muerte. No sé si tu padre habrá confesado y comulgado, pues no le veré hasta mi presencia ante el piquete. Yo sí lo he hecho.
Enrique, que no se te borre nunca el recuerdo de tus padres. Que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la enseñaron a mí. Te seguiría escribiendo hasta el mismo momento, pero tengo que despedirme de todos. Hijo, hijo, hasta la eternidad. Recibe después de una infinidad de besos el beso eterno de tu madre.
Blanca."