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viernes, 16 de marzo de 2018

JOSÉ PONCE BERNAL (05-09-40)

José Ponce Bernal (Album familiar)

José Ponce Bernal nació en Huelva el 20 de agosto de 1898. Periodista. Comenzó su actividad profesional en el diario de la noche La Provincia (Huelva), primero como cronista deportivo (1917-1920) y posteriormente como cronista social (1921-1922) firmando sus colaboraciones con el seudónimo “Blanqui-Azul”. 

En esta primera época se implicó en el movimiento asociativo onubense, desempañando los cargos de secretario y vicepresidente del Huelva Fútbol Club (1919), secretario de Sindicato de Escritores (1920) y secretario de la Federación Local Obrera de la UGT en 1922. Colaboró en periódicos como Madrid Sport y La Rábida (Revista Colombina Iberoamericana). En 1926 formó parte de la redacción de El Defensor y el 1 de enero de 1927 se incorporó a la redacción del Diario de Huelva, siendo nombrado redactor jefe en agosto de ese año, cargo que desempeñó hasta octubre de 1933. Fue miembro de la Asociación de la Prensa de Huelva, siendo vicepresidente desde 1928 a 1930 y vocal desde 1931 a 1933. 

En 1928 ingresó en la masonería con el nombre simbólico de “Bakunin”, formando parte de la logia “Cañavate”. Perteneció al Partido Republicano Democrático Federal de Huelva, de que fue presidente desde junio de 1931 y desde junio de 1933 fue vicepresidente regional del mismo. Fue candidato por éste en las elecciones generales de noviembre de 1933 sin resultar elegido, dimitiendo de sus cargos directivos cuando la asamblea de dicho partido decidió dar libertad de voto a sus afiliados para la segunda vuelta de las elecciones (el 3 de diciembre siguiente) en contra del criterio del Comité del Partido que había propuesto apoyar la candidatura socialista. En esos momentos comenzó su aproximación al socialismo.

 Fue detenido durante la revolución de octubre de 1934, siendo procesado en la causa que encabezó el diputado socialista por Huelva Crescenciano Bilbao. Estuvo en prisión desde el 9 de octubre hasta el 26 de abril de 1935 que se le concedió la libertad provisional, solicitando el cambio de residencia de Huelva a Madrid. 

Portada interior de la tesis doctoral
 de Felicidad Mendoza Ponce
Desde septiembre de ese año fue redactor del diario Ahora de la capital de España, ingresando en la Agrupación Profesional de Periodistas y en la Federación Gráfica Española de la UGT, afiliándose a la AS Madrileña. Al producirse el golpe de Estado de julio de 1936 comenzó a colaborar en el diario Claridad, órgano de la UGT, firmando el 20 de agosto siguiente su primer artículo como corresponsal de guerra en el Frente Sur, sector de Córdoba y Jaén, donde permaneció hasta abril de 1938, ya que el 9 de marzo de ese año había sido nombrado comisario político, siendo destinado al 5º Batallón de Etapas en Ciudad Real donde, entre junio y septiembre, publicó varias crónicas en Avance, periódico socialista en dicha localidad.

Finalizada la guerra civil fue detenido en Viator (Almería) el 30 de marzo de 1939, siendo internado en la prisión provincial Ingenio. Allí permaneció hasta mayo de 1940 que fue puesto en libertad provisional, regresando a Madrid. 

Volvió a ser detenido el 5 de junio de ese mismo año junto a 18 personas más cuando se hallaba reunido en una sastrería. Fue recluido en la prisión de Comendadoras, donde permaneció hasta finales de agosto que fue trasladado al Hospital Provincial de Madrid, falleciendo el 5 de septiembre de 1940 a consecuencia de las brutales torturas sufridas durante los interrogatorios.



sábado, 11 de noviembre de 2017

AUGUSTO VIVERO RODRÍGUEZ (26-05-39)

Hijo del teniente coronel Benigno Vivero y de Juana Rodríguez de Tudela, cuyas familias eran oriundas de Lugo y La Coruña respectivamente, nació Augusto en la ciudad cubana de Santa Clara el 29 de enero de 1879.1​

Tuvo cuatro hermanos: Gustavo (acreditado estudioso, también licenciado en Filosofía y Letras y más tarde perteneciente al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, colaborador en su etapa juvenil de El Radical de Valencia, periódico fundado en 1903 por Rodrigo Soriano tras su ruptura con Vicente Blasco Ibáñez); Rodrigo (también periodista, más tarde retornaría a Cuba); Celso (funcionario de Hacienda) y María del Amor.

Tras la derrota de España en la Guerra de independencia cubana y tras la muerte de su padre por problemas cardíacos, el resto de la familia abandonó la isla para volver a España.

Tras llegar a La Coruña, el delicado estado de salud de su madre obligó a la familia a instalarse en Murcia. Augusto estudió el bachillerato entre Santiago de Cuba y Murcia, y luego estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid.

En Murcia, Augusto se inició en el periodismo llegando a dirigir El Heraldo de Murcia, pero por desavenencias con otros periodistas se trasladó a Almería. Pocos años después dio el salto a la prensa nacional al ocupar el puesto de redactor del Diario Universal y como colaborador de El Liberal.

Desde 1905 hasta 1911 fue redactor jefe de Nueva España y en ese mismo año fundó y fue director de España Libre, periódico que José Canalejas se obstinó en perseguir hasta lograr su desaparición en 1912. Son años en los que se consolida como profesional del periodismo.

En 1913 pasó a desempeñar el cargo de redactor de El Imparcial, del que al poco tiempo se convirtió en redactor jefe, y, como apasionado africanista y defensor de los derechos de España en la cuestión de Tánger frente a Francia e Inglaterra, y sobre todo gran detractor de la colonización alemana, fue fundador y director de África Española, para la que cubrió una vibrante corresponsalía de guerra en 1921.

Más tarde ostentó cargos de dirección en los periódicos El Mundo (1917) e Informaciones (1929). Por entonces se hizo comunista y dirigió la revista atea y anticlerical Sin Dios, inspirada en el diario Bezbozhnik de la Unión Soviética, y fue editorialista del semanario anticlerical Fray Lazo (1930-1932), junto con una prestigiosa nómina de colaboradores; además escribió y editó veinticuatro folletos de un anticlericalismo y ateísmo francamente violento contra la iglesia católica, la llamada Biblioteca de los Sin Dios, de los cuales cuatro fueron denunciados.2​

Una vez iniciada la Guerra civil, y tras la incautación del diario ABC (edición madrileña) por La República el 20 de julio de 1936, pasa a dirigir el rebautizado ABC Republicano.

El cambio de estilo radical, añadido al hecho de sustituir a toda la plantilla (a excepción de tres de los miembros originales) y la caída en las ventas del diario, provocaron enfrentamientos con políticos y trabajadores, desembocando su cese al frente del diario el 13 de agosto de 1936, siendo sustituido por Elfidio Alonso.

Durante la guerra participó activamente en el Asalto al Cuartel de la Montaña y más tarde fue Comandante y Comisario Político del ejército republicano.

También es destacable su faceta como traductor. Entre otras obras, tradujo del francés las Reflexiones sobre la violencia (1915) de Georges Sorel.


Fue fusilado por los fascistas  junto a las tapias del Cementerio del Este el 26 de mayo de 1939. Estaba casado con Dolores Precioso Córdoba, de la que tuvo cuatro hijos: Augusto, Celso, Óscar y Alicia.

Wikipedia

Augusto Vivero, un periodista represaliado por el franquismo.Almudena SÁNCHEZ CAMACHO

Augusto Vivero y la Biblioteca de los Sin Dios

lunes, 27 de febrero de 2012

FRANCISCO CRUZ SALIDO (09-11-1940)


Nació en Jaén el 10 de septiembre de 1898. Periodista. Huérfano de padre a los once años. Muy joven, a los quince años, inició su carrera periodística publicando artículos en el diario republicano federal "La Lealtad", dejando su impronta literaria y política en "El Defensor" (1916),  convirtiéndose en su redactor jefe en 1919 y corresponsalía en Jaén de "El Imparcial de Madrid". Fue colaborador de otros medios como "La Lucha" (1922), jefe de redacción de "Claridades" (1923), promotor de "Norte Andaluz" (1924-1926) y director de "Jaén Deportivo". En Madrid trabajaría como empleado de la Compañía Telefónica (1925). En 1931 ingresó en la Acción Socialista de Madrid. Durante la II República trabajó en numerosos medios: redactor jefe de "El Socialista" (Julián Zugazagoitia era el director),  corresponsal de "Democracia" (Jaén), colaborador fijo de "Avance" (Oviedo), "El Liberal" (Bilbao) y "Luz"  (Madrid). Ingreso en 1934 en la "Asociación de la Prensa de Madrid". En ese año, por haber escrito un artículo humorístico sobre el ministro de la Gobernación, fue encarcelado en Ciudad Real. Durante el periodo de la guerra civil (1936-1939) fue secretario de actas de la Comisión Ejecutiva del PSOE, director del diario socialista "Adelante" de Valencia (1937 -1938) y secretario de los ministros de Defensa Nacional Indalecio Prieto y Juan Negrín.


Comité Ejecutivo del PSOE en el año 1936. De izquierda a derecha: de pie, Anastasio de Gracia, Ramón Lamoneda, Indalecio Prieto, Francisco Cruz Salido, Jerónimo Bujeda; sentados, Manuel Cordero, Manuel Albar, Juan Simeón Vidarte, Ramón González Peña, Luis Jiménez de Asúa, Fernando de los Ríos
En 1939 se exilió a Francia.  José Félix de Lequerica era entonces embajador de España en Francia. Lequerica y los elementos de la Falange del exterior fueron quienes facilitaron a la Gestapo la información sobre los edificios ocupados por "elementos republicanos". Fue así como el 10 de Julio de 1940 los agentes de la Gestapo, auxiliados por policías y miembros de la Falange, detenían a toda la familia de Rivas Cherif en su casa de Pyla-sur-Mer, cayendo también sus vecinos Carlos Montilla y Miguel Salvador, de Izquierda Republicana y amigos de Azaña desde los años del Ateneo. En Burdeos fueron detenidos los socialistas Teodomiro Menéndez y Francisco Cruz Salido, responsable de la oficina de prensa de la JARE. Unos meses antes, Cruz Salido había fletado un avión para trasladar a América un último contingente, pero decidió quedarse, siendo detenido en julio de 1940. Unos días después, el 27 de julio, también sería detenido en París Julián Zugazagoitia, ex director de “El Socialista” y ex ministro de la República. El grupo de detenidos se completó con el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys, capturado en la Bretaña cuando visitaba a su hijo enfermo.

Los Diputados el Día de la elección de Manuel Azaña como Presidente de la República Española en el palacio de Cristal de los Jardines del Buen Retiro. Entre los presentes: Tomás Álvarez Angulo, Fernando de los Ríos, Francisco Cruz Salido, Manuel Muiño Arroyo y Julián Besteiro Fernández. 10 de mayo de 1936. (Fotografía de Luis Ramón Marín, Fundación Pablo Iglesias)
El 31 de julio de 1940 fueron deportados a España. En Madrid, primero ingresaron en los calabozos de la Dirección General de Seguridad (Puerta del Sol), compareciendo ante el jefe de la Brigada Político Social.  El 23 de septiembre de 1940 se les incoó la causa número 100.159. El 16 de octubre el general Arroyo dio por terminado el expediente, calificando los hechos como constitutivos de delito de rebelión  Días después, 21 de octubre, se celebrará el Consejo de Guerra en el palacio de las Salesas, presidió por el duque Francisco de Borbón, primo de Alfonso XIII y participante en la toma de Málaga (1937). Todos fueron condenados a muerte. Según Rivas Cherif, el fiscal «estableció […] un orden de responsabilidades, que encabezaban Zugazagoitia y Cruz Salido, con Teodomiro Menéndez y yo, Montilla y Miguel Salvador a la zaga». A Teodomiro Menéndez, Cipriano Rivas-Xerif (cuñado de Azaña), Miguel Salvador y Carlos Montilla les fue conmutada la pena capital, no así a Francisco Cruz y Julián Zugazagoitia. Ambos, junto a doce más, esperaron la ejecución en la cárcel de Porlier, que se llevó a cabo  en el cementerio del Este a la seis y veinticinco de la mañana del día 9 de noviembre de 1940. Años después Cipriano Rivas recordaba que a ese día fatídico una voz ordenaba a Zugazagoitia y Cruz Salido que se levantaran. Rivas tuvo ocasión de hablarles. Cruz Salido le hizo pocas recomendaciones: no perdonaba, pero no quería que su mujer viviera con la obsesión de un pedazo de tierra en España, ni que sus hijos volvieran nunca con idea alguna de venganza ni de revancha inútil: quería ser enterrado en la fosa común. Zugazagoitia «estaba terminando, con la misma letra clara, menadísima y regular, un cuento marinero para sus hijos».






Miembros de la redacción de El Socialista: A la derecha fumando, Federico Angulo, fusilado durante la guerra. Éste, envió su última carta a Julián Zugazagoitia desde la cárcel, el 22 de junio de 1938, esperando su fusilamiento. A la derecha de éste, Francisco Cruz Salido, responsable de prensa de la JARE (Junta de Ayuda de los Republicanos Españoles).

Fuente: Martín Nájera, Aurelio "Diccionario Biográfico del Socialismo Español", tomo I, pp. 207-208; De Córdoba Ortega, Santiago: "Geografía de la represión criminal franquista: Todos los nombres de Jaén (1936-1952)".























Francisco Cruz Salido, Fernando de los Ríos y Julián Zugazagoitia

"...Entre tantas ceremonias de muerte, tanto agotamiento, se le había escapado la vida a chorros y, preocupado sólo por respirar con unos pulmones raídos por la tisis, no logró nunca saber cuál era su crimen. Sólo sabía que estaban empeñados en que llegara vivo ante el pelotón de fusilamiento...[...] le asfixiaba la memoria y sólo quería recordar a toda costa. Al amanecer su voz era ya el sonido de las palabras rozadas por la muerte.[...]Cuando la celda se abrió y encontraron ya muerto a Cruz Salido, el sargento decidió fusilarle a pesar de todo..."
                                                                     Alberto Méndez ("Los girasoles ciegos")

lunes, 7 de julio de 2008

JOSÉ MANUEL VALDEÓN GARRIDO (14-07-1939)


"Hijo de un español, José y de Rosa, una criolla cubana, dejó su casa del número diez de la Calzada Diez de Octubre en La Habana para venir a España, pero nunca olvidó su Manzanillo natal, del que escribía hermosas poesías. En España contrajo matrimonio civil con Manuela García Arteaga y tuvo una hija,Carmen.(...) Su abuelo, originario de León, combatió y fue condecorado en la guerra de Cuba y se casó allí, con una cubana de Morón. Dedicándose al cultivo de flores. (...)
Mercedes Valdeón. (Nieta)

"Creo que esta persona es la que se cita en dos libros. En primer lugar, en la interesante obra del novelista Ángel María de Lera titulada "Los que perdimos", en ella aparece como José Manuel Garrido León (nombre literario). Era un chico nacido en Cuba, que llegó a España en 1929 o 1930, y que tras varias desgracias familiares fue alumno de la escuela de periodismo del Debate. Era católico practicante. Durante la guerra, y por motivos económicos trabajó en el periódico "El sindicalista", donde conoció a Lera. No participó en ninguna acción de guerra. Fue detenido al terminar la contienda en 1939, y condenado a muerte, siendo fusilado el 14 de julio de 1939 (tenía 21 años) a pesar de la intervención de la Embajada de Cuba. También lo cita Eduardo de Guzmán en su obra "Nosotros los asesinos". (...)
(Foro por la Memoria)

lunes, 30 de junio de 2008

CAYETANO REDONDO ACEÑA (21-05-1940)



Alcalde de Madrid. Diputado en las Cortes, Tipógrafo y Periodista. Destacado defensor del uso del esperanto.
Cayetano Redondo era, según quienes lo conocieron, una persona entrañable. Periodista de profesión, conocía bien el oficio en sus múltiples facetas, empezó como tipógrafo, fue redactor y llegó a ser director de El Socialista. Militante de las Juventudes Socialistas, de la UGT y del PSOE mantuvo una posición política próxima al socialismo moderado, algo difícil en una época de grandes convulsiones sociales y de posturas radicales. Al final de la guerra civil fue fusilado y como tantos otros quedó en el olvido.
Provenía de una familia de origen humilde, su padre trabajaba como ordenanza -o portero- en el Alcázar de Segovia y allí nació el 7 de agosto de 1988; en 1892 se trasladaron a Madrid asistiendo Cayetano a las Escuelas Pías de Lavapiés; al ser el mayor de tres varones tuvo que empezar a trabajar con 14 años, comenzando en una sastrería y luego en una imprenta. En 1904 empezó a estudiar tipografía, siendo alumno modelo de Juan José Morato y de Matías Gómez Latorre en la Escuela de Aprendices Tipógrafos de la Asociación General del Arte de Imprimir creada por Antonio García Quejido, obteniendo siempre primeros premios y felicitaciones del Jurado.
Se casó en 1913 con Asunción Martín, con quien tuvo tres hijos y una hija. En 1917 trabajó como oficial cajista de la imprenta del Ministerio de Fomento, en 1921 ingresó en la Asociación de la Prensa de Madrid y por entonces ya era redactor del El Socialista, diario al que dedicó 13 años de trabajo, escribiendo comentarios, reseñas e informaciones y ayudando a levantar un periódico sumido en una crisis profunda ya que después de los hechos revolucionarios de 1917 se vio reducido a apenas una hoja con una tirada de 1.500 a 2.000 ejemplares. Con el esfuerzo tenaz de un grupo de socialistas se remontó la crisis llegando en 1920 a 15.000 ejemplares diarios –los extraordinarios del Primero de Mayo alcanzaban cifras muy superiores llegando en 1925 a 89.000 ejemplares–. El diario llegó a contar con colaboraciones de conocidos dirigentes como Pablo Iglesias, Julián Besteiro, Antonio García Quejido, Indalecio Prieto … y escritores, filósofos o profesores como Ramón Pérez de Ayala, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Pedro Dorado Montero, Joaquín Dicenta … Cayetano trabajó como redactor desde junio de 1918, como redactor-jefe desde 1925, fue subdirector en 1927 y director desde marzo de 1930 a junio de 1931; en 1933 pasó a dirigir el Boletín de la UGT, también fue director de Renovación (órgano de las J.S. desde 1931 a 1936), director de El Trabajo (órgano de la Sociedad de Albañiles) y de La Edificación (órgano de la Federación Local de la Edificación de Madrid). Hay que destacar su natural modestia al no firmar sus artículos en ninguno de los periódicos que dirigió, y por otro lado, hay que decir que El Socialista durante muchos años apenas pudo pagar a sus redactores. Al mismo tiempo y desde 1931 trabajó como oficial auxiliar de Artes Gráficas en el Instituto Geográfico Catastral y Estadístico.
Desde joven tuvo una intensa actividad política como sindicalista en la Asociación del Arte de Imprimir y en la Federación Gráfica Española; se incorporó en 1904 a las recién fundadas Juventudes Socialistas de Madrid –JSM–, escribiendo los primeros manifiestos dirigidos a las mujeres y en contra del alistamiento militar de los jóvenes; suyo es el famoso manifiesto de 1909 contra la guerra de Marruecos; llegó a ser Presidente de las JSM y en 1910 entró en el Comité Nacional de la Federación de las Juventudes Socialistas de España –JSE–, siendo su Presidente en 1925.
“Buen escritor y orador claro y profundo, sin latiguillos y arengas al viejo estilo, daba siempre una sensación de serenidad y un sentido de respeto para las ideas ajenas, que le granjeaban la estimación de propios y extraños. Se puede decir en justicia que nuestro querido compañero no dejó tras de si ni odio ni rencor”, dice de él Andrés Saborit, “…Redondo era la modestia personificada. Sin afanes polémicos pasó por los cargos que desempeñó con la mayor sencillez y como si su principal obsesión fuera la de no herir susceptibilidades ajenas. En todo fue bueno, cordial, humanitario y sentimental”.
Fue elegido concejal por el distrito de Chamberí de Madrid en 1931, en las elecciones que trajeron la república, en unión con Fernando Coca y Niceto Alcalá Zamora, desempeñando los cargos de concejal-delegado de asistencia social y teniente de alcalde por el distrito de Universidad. El 28 de junio de 1931 fue elegido diputado por Segovia para las Cortes Constituyentes de la Segunda República Española por el Partido Socialista, siendo miembro de la comisión de presupuestos, de la comisión de investigación de los sucesos de Sevilla del 30 de julio de 1931, ponente de la de instrucción pública y designado para recibir al Gobierno Provisional en la sesión de apertura de las Cortes el 14 de julio de 1931, terminó la legislatura el 9 de octubre de 1933.
En 1921 la familia vivía en el Paseo de la Dirección 25; en este edificio también viviría poco tiempo después Wenceslao Carrillo; los hijos de ambos eran por entonces compañeros de juegos aunque en el futuro se distanciarían políticamente, especialmente Mariano, el segundo hijo de Cayetano; Mariano se casaría con Paz, la hija del dirigente socialista Manuel Muiño Arroyo, también diputado en las Cortes de 1931 (por Badajoz), miembro de la Comisión Ejecutiva de la UGT en 1933 y de la Comisión Ejecutiva del PSOE durante el exilio de 1948 a 1970 y de la UGT de 1948 a 1971. En 1928 la familia se trasladó a Gonzalo de Córdoba 14.
Lector y estudioso empedernido desde joven “…sus ojillos de miope todo lo registraban y su cerebro todo lo anotaba. Aprendió francés, que hablaba y escribía. Aprendió Esperanto y se carteaba con socialistas de Japón, Finlandia, Austria y otros cien países de la Tierra”(1). Fue un activo esperantista, fundando en 1928 el Grupo de Trabajadores Esperantistas y manteniendo su compromiso con el esperanto en las Cortes, junto a Francisco Azorín Izquierdo y Rodrigo Armada. Presidió el IX Congreso de Español-Esperanto celebrado en Madrid en 1932 y mantuvo una rúbrica periódica en El Socialista.
Durante la Guerra Civil Española, el 11 de noviembre de 1936 y tras la marcha del alcalde de Madrid Pedro Rico a Valencia, reunió a todos los concejales en la Casa de la Villa y allí fue elegido por Alcalde por unanimidad, cargo que ejerció durante los tiempos más duros de la Defensa de Madrid. El día 13, moría su hijo mayor Paco, sargento con el coronel Mangada, en el Puente de los Franceses, junto a la Casa de Campo de Madrid.
El 23 de abril de 1937 dejó la Alcaldía pasando a la Diputación Provincial de Madrid y en octubre dirigió en Barcelona una secretaría auxiliar del PSOE para apoyar a La Agrupación de Refugiados Socialistas (que agrupaba a 4.000 refugiados procedentes de otras zonas de España), para impulsar la edición de El Socialista, que tendría una edición propia en Barcelona, y para promover la afiliación directa al PSOE frente a la integración en el PSUC. Estas tareas las impulsaba un núcleo de dirigentes que rehuían la integración con el PSUC y estaban cerca del Grup Cultural Pablo Iglesias.
Su posición moderada dentro del socialismo le llevó a una situación incómoda y en 1938 el ministro de la Gobernación le apartó de su puesto y pasó a ser comisario del PSOE en el IX Cuerpo de Ejército en el Frente de Andalucía, bajo el mando del coronel de Ingenieros y compañero socialista Francisco Menoyo Baños; el Cuartel General estaba en Úbeda y el frente cubría desde el río Guadalmellato hasta el mar. Cayetano estuvo en su puesto hasta el fin de la guerra y aunque en los últimos meses tuvo la oportunidad de salir de España ayudado por su hijo José, jefe de la 1ª Escuadrilla de I-16, aviones conocidos popularmente como “moscas”, no quiso abandonar a los suyos.
El 28 de marzo de 1939 desde la radio de Jaén, junto con Francisco Menoyo recomendaron calma a los combatientes y población civil; fue detenido el día siguiente en el despacho del Cuartel General, pasando por las cárceles de Baza (Granada), Jaén y Madrid (Torrijos). En los 14 meses en que estuvo encarcelado no dejó de leer y estudiar; perfeccionaba su inglés, mientras enseñaba a leer a otros presos. Su mujer también fue encarcelada lo que dejó a su hija Julia, de trece años, sin custodia.
Acusado y condenado por "auxilio a la rebelión" fue depurado profesionalmente, condenado a muerte y fusilado el 21 de mayo de 1940 en las tapias del Cementerio del Este (hoy de la Almudena). Andrés Saborit cuenta que “pudo morir tranquilo gritando a pecho lleno: ¡Viva el Socialismo!, porque no tenía culpas que pagar”. No se comunicó la muerte ni a su mujer ni a su hija que se enteraron posteriormente y de forma humillante, siendo su madre insultada por la direcotra de la prisión de Ventas, cuando le comunicó su fusilamiento.
Enterrado en una fosa común, mas tarde sus restos fueron trasladados y enterrados con los de José Gómez Osorio, el último Gobernador Civil republicano de Madrid, fusilado meses antes, gracias a la preocupación de la familia de este último. Su tumba se encuentra junto al lugar elegido en recuerdo de "Las Trece Rosas".
A pesar de su depuración profesional, que le eliminó del Registro Oficial de Periodistas (ROP), hurtando a su familia las ayudas del Montepío, el paso del tiempo permitió que en mayo de 1942 la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa analizara la situación de Dª Asunción Martín, viuda de Cayetano, “teniendo en cuenta que dicha señora sobre carecer en absoluto de recursos de ninguna clase, tiene a su cargo dos hijos menores de edad (sic), se estudió el caso prevaleciendo el criterio de equipararlo al de los semejantes que se presentan por el Estado y el Municipio en donde se reconocen y respetan los derechos pasivos de las viudas e hijos de los ejecutados o condenados o a penas aflictivas en los consejos de guerra celebrados por delitos contrarios al Glorioso Movimiento Nacional“ y acuerda conceder una pensión de viudedad de 1.800pta anuales.
Su persona fue olvidada por el Ayuntamiento de Madrid durante mucho tiempo, pero desde 2006 en el barrio de Sanchinarro una calle lleva su nombre.

Fotos I, Fotos II

jueves, 26 de junio de 2008

MANUEL NAVARRO BALLESTEROS (01-05-1940)

Nació en Villarrobledo (Albacete) en 1907. Hijo de Matías y Carmen. Periodista, director de Frente Rojo y de Mundo Obrero.

JULIÁN ZUGAZAGOITIA MENDIETA (09-11-1940)

Julián Zugazagoitia Mendieta nació en Bilbao el 5 de febrero de 1899. Periodista. Hijo de Fermín Zugazagoitia Aranguren, fundidor en Altos Hornos, que fue presidente de la AS de Bilbao (Vizcaya) y concejal por el distrito de San Francisco en el ayuntamiento de dicha localidad de 1905 a 1909. Julián ingresó en las Juventudes Socialistas de Bilbao en 1914. Trabajaba en la Cooperativa Socialista de la Casa del Pueblo que dirigía su padre y, al fallecer éste, comenzó a trabajar como tenedor de libros y más tarde como contable en una empresa. Por su participación en la huelga general de agosto de 1917 estuvo preso en la cárcel de Larrinaga. En 1920 era presidente de las Juventudes Socialistas de Bilbao y colaboraba en El Liberal y La Lucha de Clases, semanario socialista del que fue director en 1921. En 1923 obtuvo por oposición un empleo en el ayuntamiento de Bilbao y en agosto de ese mismo año fue condenado a tres años, seis meses y once días de destierro por un artículo contra el doctor Revilla de Bilbao publicado en La Lucha de Clases. Cumplió destierro en Madrid y Santoña (Santander). En Madrid ingresó en la AS el 1 de julio de 1924 y trabajó en la redacción de El Socialista invitado por Andrés Saborit. En marzo de 1925 se trasladó a Santoña, donde trabajó en la Compañía Exportadora de Conservas de Pescado y donde fue secretario de la Federación de Fabricantes de Conservas de la UGT. En este pueblo cántabro escribió su trilogía de biografías noveladas y dedicadas a Pablo Iglesias (Una vida heroica, 1925), a Tomás Meabe (Una vida humilde, 1925) y a un apasionado socialista con ciertos rasgos autobiográficos (Una vida anónima, 1927). Además colaboró en El Liberal de Bilbao con la sección “Temas del mar” firmados con su nombre o como «Fermín Mendieta». En enero de 1927 dirigió la revista Cuadernos de Trabajo Socialista (Bilbao) de la que se publicaron cinco números. En torno a 1929, regresó a Bilbao, publicando la que sería también una trilogía, dedicada al mundo de la huelga y la vida socialista: El Botín (1929) “Beni en el Bilbao enriquecido por la primera guerra mundial”; El asalto (1930) “Perezagua en las cuencas mineras vizcaínas” y Trabajos clandestinos (esta última inédita y escrita en la cárcel de Madrid en 1934) “Prieto y su activa participación en los sucesos revolucionarios de Asturias”. Fue elegido concejal del ayuntamiento de Bilbao en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 y fue candidato por Vizcaya-provincia y Badajoz en las elecciones generales de 1931, siendo elegido diputado por esta última circunscripción en la segunda vuelta electoral en julio de 1931, formando parte de la Comisión de Marina. En abril de 1932 fue nombrado director interino de El Socialista y confirmado en dicho puesto por el XIII Congreso del PSOE celebrado en octubre de ese mismo año. En 1933 fue candidato del PSOE por Vizcaya-capital en las elecciones generales no saliendo diputado al “sacrificarle” sus propios compañeros socialistas votando a Manuel Azaña para que éste lograra escaño junto a Indalecio Prieto. Por su participación en la revolución de octubre de 1934 estuvo preso en la cárcel Modelo de Madrid. Perteneció al sector de centro del PSOE. Fue elegido diputado por Vizcaya-capital en las elecciones generales de 1936. Comenzada la guerra civil fue vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Madrid desempeñando ese puesto hasta diciembre de 1936 y siguió en la dirección de El Socialista hasta que fue nombrado por Negrín, ministro de Gobernación en mayo de 1937. Cesó en Gobernación en la remodelación ministerial de abril de 1938 ocupándose desde entonces hasta el final de la guerra de la secretaría general del Ministerio de Defensa, formando parte además de la Diputación Permanente de las Cortes desde octubre de 1938. Exiliado en París, donde dirigió la revista Norte y comenzó a colaborar en el diario bonaerense La Vanguardia, publicando sus testimonios sobre la guerra civil que fueron reunidos en 1940 en forma de libro titulado Historia de la guerra de España. Ese mismo año publicó en Norte su libro Madrid. Carranza 20. El 12 de octubre de 1939 escribió a la Embajada de México en Francia preguntando sobre la posibilidad de obtener visado para trasladarse a dicho país. La Embajada le contestó que desde el mes de septiembre anterior, con el inicio de la guerra mundial, se había suspendido el régimen excepcional y las grandes facilidades que acompañaban a las “visas especiales”. El 27 de julio de 1940 fue detenido por la Gestapo en París, permaneciendo unos cuantos días en la cárcel de La Santé donde, interrogado por la policía alemana, manifestó haber sido ministro de la República española y ante las caras de incredulidad de los policías les increpó: “no creo que España tenga que sentirse avergonzada de que yo, un periodista humilde, haya desempeñado una cartera ministerial. Tampoco creo que ustedes, los alemanes, tengan que sorprenderse de que un hombre de mi profesión haya desempeñado cargos de gobierno, cuando ustedes, en su país, tienen en honor estar dirigidos por un antiguo pintor de puertas…”. El 31 de julio fue entregado a la policía española junto con Cruz Salido, Peiró y Companys. Trasladado a España estuvo detenido en la Dirección General de Seguridad y en la cárcel de Porlier. En Consejo de Guerra celebrado el 21 de octubre de 1940 en Madrid fue condenado a pena de muerte junto con Francisco Cruz Salido, Teodomiro Menéndez, Cipriano Rivas-Xerif, Miguel Salvador y Carlos Montilla. Estos cuatro últimos recibieron la conmutación de la pena capital y Francisco Cruz Salido y Julián Zugazagoitia fueron ejecutados junto a las tapias del Cementerio del Este de Madrid el 9 de noviembre de 1940.



Zugazagoitia las fosas de la cultura
"[...] Julián Zugazagoitia, fue precursor de la novela social con Una vida anónima (1927). Un mérito que ha pasado casi desapercibido, seguramente por pertenecer a una generación de represaliados, la de prosistas del 27. Entre ellos se encuentran asimismo J. Díaz Fernández, Carranque de los Ríos, López Pinillo, Ciges Aparicio, Joaquín Arderíus, César M. Arconada, Benavides y otros. La mayoría marcharon y murieron en el exilio, aunque algunos, como Zugazagoitia y Ciges Aparicio serían fusilados, el primero, como ya he dicho, en Madrid, el segundo en Ávila. En estos autores casi desconocidos se hallan representadas las tendencias literarias e ideológicas que defendieron el compromiso social en la literatura en un momento en que arrasaban las vanguardias en toda Europa.
La obra narrativa de Zugazagoitia, en la que prima lo testimonial, se circunscribe a tres novelas: Una vida anónima (1927), El botín (1929), y El asalto (1930). En Una vida anónima, el protagonista es un obrero metalúrgico que se difumina en la gran historia de su tiempo, sin contar para nada en el proceso que se va tejiendo a su alrededor. Con esta novela, Zugazagoitia inaugura la corriente de la novela de compromiso que ya contiene, parcialmente, muchos de los elementos de lo que en los años cincuenta se denominará como narrativa social. Es, pues, un pionero dentro de un género que gozó de gran éxito durante más de dos décadas, y que hoy, bajo diferentes formas narrativas, sigue vigente.
Julián Zugazagoitia y Víctor Salazar

Por otra parte, el ilustre vasco aún tiene otra faceta por la cual merece el reconocimiento literario: la de innovador en la técnica de novelar. Acerca de esto dijo el escritor José Díaz Fernández en el periódico El sol (8 -6-1930), aludiendo a la novela El asalto: "El procedimiento empleado por el autor, combinando historia y ficción, es realmente nuevo entre nosotros los españoles, y puede servir para dar un radio más extenso a este tipo de literatura obrerista. La entrada de elementos nuevos en el agotado campo de los asuntos novelescos significará probablemente, un enriquecimiento del género".
Hay que añadir que Julián Zugazagoitia dedicó su vida, desde edad muy temprana, no sólo a la pluma sino también al socialismo. En abril de 1931 fue elegido concejal del ayuntamiento de su ciudad natal, hecho con el que se inicia su vida política pública. Llegó a ser ministro de la Gobernación en el gabinete formado por Negrín el 17 de mayo de 1937, puesto en el cual permaneció hasta abril de 1938. Desde este año hasta el final de la guerra, desempeñaría la Secretaría General de Defensa Nacional.
Tras la ocupación alemana de Francia, Zugazagoitia fue detenido en París por la Gestapo, que lo entregaría a las autoridades franquistas españolas. Más de un año después de terminada la guerra, en noviembre de 1940, era fusilado, tras un juicio sumarísimo, en las tapias del cementerio de la zona este de Madrid
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Guerra y vicisitudes de Julián Zugazagoitia





JAVIER BUENO BUENO (27-09-1939)


"Javier Bueno nació en Madrid en 1891, hijo de la actriz Soledad Bueno y, al parecer, del periodista Manuel Nakens, director de varios periódicos, entre ellos el anticlerical El Motín. De formación autodidacta, comenzó muy joven a trabajar como vendedor de periódicos e ingresó en la UGT. Manifestó siempre un cierto espíritu libertario, aunque en la línea marxista, muy antiestalinista y antiburocrático. Se vinculó a Asturias en la primavera de 1933, cuando llegó a Oviedo para dirigir el periódico Avance, cargo que asumió tras un previo período de aclimatación y conocimiento de la realidad asturiana. Se puso al frente del diario el 1 de julio de 1933 y le dio un espectacular giro, hasta convertirlo en un periódico de referencia de la clase obrera asturiana. Abrió sus páginas a los trabajadores que acudían a la redacción a contar sus problemas y montó una red informativa en toda Asturias, con corresponsales y colaboradores  espontáneos. De esta manera, poco a poco, aumentó la difusión y penetración del periódico hasta convertirlo en el de más tirada de la región y un referente de la izquierda en la lucha de clases, en un período de fuertes enfrentamientos, lo que le acarreó cierres, multas y encarcelamientos. Sus artículos impulsaron decisivamente a la Alianza Obrera y contribuyeron a crear el clima que propició la revolución de octubre de 1934. Detenido tras ella, Bueno estuvo preso hasta febrero de 1936, cuando la victoria del Frente Popular en las elecciones vació las cárceles. Vuelto de nuevo a la dirección de Avance, tras el levantamiento militar de Aranda en Oviedo, el 19 de julio, tomó un fusil y combatió en el frente. Resultó herido durante la ofensiva republicana de octubre sobre la capital asturiana y quedó cojo. A comienzos de 1937 se hizo de nuevo cargo del diario Avance, que en su tercera etapa se editaba en Gijón. Hombre de amplia cultura, sus escritos eran de gran ingenio y pulcritud literaria, y de un acerado contenido político. Tras la cJavier_Bueno_Bueno_Retratoaída del frente asturiano consiguió embarcar hacia Francia y posteriormente pasó a Madrid. En la capital española permaneció hasta la entrada de las tropas franquistas, dirigiendo el diario socialista Claridad. Refugiado en una pequeña embajada que fue asaltada por los legionarios, ingresó en la madrileña cárcel de Porlier, en la que permaneció hasta ser fusilado el 26 de septiembre de 1939. Publicado en: La Guerra Civil en Asturias, VVAA. La Nueva España / Cajastur, 2006