lunes, 30 de junio de 2008

CAYETANO REDONDO ACEÑA (21-05-1940)



Alcalde de Madrid. Diputado en las Cortes, Tipógrafo y Periodista. Destacado defensor del uso del esperanto.
Cayetano Redondo era, según quienes lo conocieron, una persona entrañable. Periodista de profesión, conocía bien el oficio en sus múltiples facetas, empezó como tipógrafo, fue redactor y llegó a ser director de El Socialista. Militante de las Juventudes Socialistas, de la UGT y del PSOE mantuvo una posición política próxima al socialismo moderado, algo difícil en una época de grandes convulsiones sociales y de posturas radicales. Al final de la guerra civil fue fusilado y como tantos otros quedó en el olvido.
Provenía de una familia de origen humilde, su padre trabajaba como ordenanza -o portero- en el Alcázar de Segovia y allí nació el 7 de agosto de 1988; en 1892 se trasladaron a Madrid asistiendo Cayetano a las Escuelas Pías de Lavapiés; al ser el mayor de tres varones tuvo que empezar a trabajar con 14 años, comenzando en una sastrería y luego en una imprenta. En 1904 empezó a estudiar tipografía, siendo alumno modelo de Juan José Morato y de Matías Gómez Latorre en la Escuela de Aprendices Tipógrafos de la Asociación General del Arte de Imprimir creada por Antonio García Quejido, obteniendo siempre primeros premios y felicitaciones del Jurado.
Se casó en 1913 con Asunción Martín, con quien tuvo tres hijos y una hija. En 1917 trabajó como oficial cajista de la imprenta del Ministerio de Fomento, en 1921 ingresó en la Asociación de la Prensa de Madrid y por entonces ya era redactor del El Socialista, diario al que dedicó 13 años de trabajo, escribiendo comentarios, reseñas e informaciones y ayudando a levantar un periódico sumido en una crisis profunda ya que después de los hechos revolucionarios de 1917 se vio reducido a apenas una hoja con una tirada de 1.500 a 2.000 ejemplares. Con el esfuerzo tenaz de un grupo de socialistas se remontó la crisis llegando en 1920 a 15.000 ejemplares diarios –los extraordinarios del Primero de Mayo alcanzaban cifras muy superiores llegando en 1925 a 89.000 ejemplares–. El diario llegó a contar con colaboraciones de conocidos dirigentes como Pablo Iglesias, Julián Besteiro, Antonio García Quejido, Indalecio Prieto … y escritores, filósofos o profesores como Ramón Pérez de Ayala, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Pedro Dorado Montero, Joaquín Dicenta … Cayetano trabajó como redactor desde junio de 1918, como redactor-jefe desde 1925, fue subdirector en 1927 y director desde marzo de 1930 a junio de 1931; en 1933 pasó a dirigir el Boletín de la UGT, también fue director de Renovación (órgano de las J.S. desde 1931 a 1936), director de El Trabajo (órgano de la Sociedad de Albañiles) y de La Edificación (órgano de la Federación Local de la Edificación de Madrid). Hay que destacar su natural modestia al no firmar sus artículos en ninguno de los periódicos que dirigió, y por otro lado, hay que decir que El Socialista durante muchos años apenas pudo pagar a sus redactores. Al mismo tiempo y desde 1931 trabajó como oficial auxiliar de Artes Gráficas en el Instituto Geográfico Catastral y Estadístico.
Desde joven tuvo una intensa actividad política como sindicalista en la Asociación del Arte de Imprimir y en la Federación Gráfica Española; se incorporó en 1904 a las recién fundadas Juventudes Socialistas de Madrid –JSM–, escribiendo los primeros manifiestos dirigidos a las mujeres y en contra del alistamiento militar de los jóvenes; suyo es el famoso manifiesto de 1909 contra la guerra de Marruecos; llegó a ser Presidente de las JSM y en 1910 entró en el Comité Nacional de la Federación de las Juventudes Socialistas de España –JSE–, siendo su Presidente en 1925.
“Buen escritor y orador claro y profundo, sin latiguillos y arengas al viejo estilo, daba siempre una sensación de serenidad y un sentido de respeto para las ideas ajenas, que le granjeaban la estimación de propios y extraños. Se puede decir en justicia que nuestro querido compañero no dejó tras de si ni odio ni rencor”, dice de él Andrés Saborit, “…Redondo era la modestia personificada. Sin afanes polémicos pasó por los cargos que desempeñó con la mayor sencillez y como si su principal obsesión fuera la de no herir susceptibilidades ajenas. En todo fue bueno, cordial, humanitario y sentimental”.
Fue elegido concejal por el distrito de Chamberí de Madrid en 1931, en las elecciones que trajeron la república, en unión con Fernando Coca y Niceto Alcalá Zamora, desempeñando los cargos de concejal-delegado de asistencia social y teniente de alcalde por el distrito de Universidad. El 28 de junio de 1931 fue elegido diputado por Segovia para las Cortes Constituyentes de la Segunda República Española por el Partido Socialista, siendo miembro de la comisión de presupuestos, de la comisión de investigación de los sucesos de Sevilla del 30 de julio de 1931, ponente de la de instrucción pública y designado para recibir al Gobierno Provisional en la sesión de apertura de las Cortes el 14 de julio de 1931, terminó la legislatura el 9 de octubre de 1933.
En 1921 la familia vivía en el Paseo de la Dirección 25; en este edificio también viviría poco tiempo después Wenceslao Carrillo; los hijos de ambos eran por entonces compañeros de juegos aunque en el futuro se distanciarían políticamente, especialmente Mariano, el segundo hijo de Cayetano; Mariano se casaría con Paz, la hija del dirigente socialista Manuel Muiño Arroyo, también diputado en las Cortes de 1931 (por Badajoz), miembro de la Comisión Ejecutiva de la UGT en 1933 y de la Comisión Ejecutiva del PSOE durante el exilio de 1948 a 1970 y de la UGT de 1948 a 1971. En 1928 la familia se trasladó a Gonzalo de Córdoba 14.
Lector y estudioso empedernido desde joven “…sus ojillos de miope todo lo registraban y su cerebro todo lo anotaba. Aprendió francés, que hablaba y escribía. Aprendió Esperanto y se carteaba con socialistas de Japón, Finlandia, Austria y otros cien países de la Tierra”(1). Fue un activo esperantista, fundando en 1928 el Grupo de Trabajadores Esperantistas y manteniendo su compromiso con el esperanto en las Cortes, junto a Francisco Azorín Izquierdo y Rodrigo Armada. Presidió el IX Congreso de Español-Esperanto celebrado en Madrid en 1932 y mantuvo una rúbrica periódica en El Socialista.
Durante la Guerra Civil Española, el 11 de noviembre de 1936 y tras la marcha del alcalde de Madrid Pedro Rico a Valencia, reunió a todos los concejales en la Casa de la Villa y allí fue elegido por Alcalde por unanimidad, cargo que ejerció durante los tiempos más duros de la Defensa de Madrid. El día 13, moría su hijo mayor Paco, sargento con el coronel Mangada, en el Puente de los Franceses, junto a la Casa de Campo de Madrid.
El 23 de abril de 1937 dejó la Alcaldía pasando a la Diputación Provincial de Madrid y en octubre dirigió en Barcelona una secretaría auxiliar del PSOE para apoyar a La Agrupación de Refugiados Socialistas (que agrupaba a 4.000 refugiados procedentes de otras zonas de España), para impulsar la edición de El Socialista, que tendría una edición propia en Barcelona, y para promover la afiliación directa al PSOE frente a la integración en el PSUC. Estas tareas las impulsaba un núcleo de dirigentes que rehuían la integración con el PSUC y estaban cerca del Grup Cultural Pablo Iglesias.
Su posición moderada dentro del socialismo le llevó a una situación incómoda y en 1938 el ministro de la Gobernación le apartó de su puesto y pasó a ser comisario del PSOE en el IX Cuerpo de Ejército en el Frente de Andalucía, bajo el mando del coronel de Ingenieros y compañero socialista Francisco Menoyo Baños; el Cuartel General estaba en Úbeda y el frente cubría desde el río Guadalmellato hasta el mar. Cayetano estuvo en su puesto hasta el fin de la guerra y aunque en los últimos meses tuvo la oportunidad de salir de España ayudado por su hijo José, jefe de la 1ª Escuadrilla de I-16, aviones conocidos popularmente como “moscas”, no quiso abandonar a los suyos.
El 28 de marzo de 1939 desde la radio de Jaén, junto con Francisco Menoyo recomendaron calma a los combatientes y población civil; fue detenido el día siguiente en el despacho del Cuartel General, pasando por las cárceles de Baza (Granada), Jaén y Madrid (Torrijos). En los 14 meses en que estuvo encarcelado no dejó de leer y estudiar; perfeccionaba su inglés, mientras enseñaba a leer a otros presos. Su mujer también fue encarcelada lo que dejó a su hija Julia, de trece años, sin custodia.
Acusado y condenado por "auxilio a la rebelión" fue depurado profesionalmente, condenado a muerte y fusilado el 21 de mayo de 1940 en las tapias del Cementerio del Este (hoy de la Almudena). Andrés Saborit cuenta que “pudo morir tranquilo gritando a pecho lleno: ¡Viva el Socialismo!, porque no tenía culpas que pagar”. No se comunicó la muerte ni a su mujer ni a su hija que se enteraron posteriormente y de forma humillante, siendo su madre insultada por la direcotra de la prisión de Ventas, cuando le comunicó su fusilamiento.
Enterrado en una fosa común, mas tarde sus restos fueron trasladados y enterrados con los de José Gómez Osorio, el último Gobernador Civil republicano de Madrid, fusilado meses antes, gracias a la preocupación de la familia de este último. Su tumba se encuentra junto al lugar elegido en recuerdo de "Las Trece Rosas".
A pesar de su depuración profesional, que le eliminó del Registro Oficial de Periodistas (ROP), hurtando a su familia las ayudas del Montepío, el paso del tiempo permitió que en mayo de 1942 la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa analizara la situación de Dª Asunción Martín, viuda de Cayetano, “teniendo en cuenta que dicha señora sobre carecer en absoluto de recursos de ninguna clase, tiene a su cargo dos hijos menores de edad (sic), se estudió el caso prevaleciendo el criterio de equipararlo al de los semejantes que se presentan por el Estado y el Municipio en donde se reconocen y respetan los derechos pasivos de las viudas e hijos de los ejecutados o condenados o a penas aflictivas en los consejos de guerra celebrados por delitos contrarios al Glorioso Movimiento Nacional“ y acuerda conceder una pensión de viudedad de 1.800pta anuales.
Su persona fue olvidada por el Ayuntamiento de Madrid durante mucho tiempo, pero desde 2006 en el barrio de Sanchinarro una calle lleva su nombre.

Fotos I, Fotos II

1 comentario:

Tonyo dijo...

Enhorabuena por acordaros de Cayetano Redondo, y de todos los demás.
Su relación con el esperanto la podéis ver en este artículo